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Unionistas se despidió de su querida Copa del Rey este miércoles habiendo hecho muchos méritos para seguir vivo, pero sucumbiendo ante la calidad y la superioridad física en el tramo final del Rayo Vallecano, que se llevó el triunfo por 2-3. Por si fuera poco, Alejandro Muñiz Ruiz, el colegiado designado para el duelo en el Reina Sofía, decidió no impartir justicia y en todas las jugadas dudosas -una falta con roja para un defensor rayista y un posible penalti del Pacha Espino a De la Nava, y el tanto en el último segundo anulado a Mikel Serrano- decidió aliarse con el grande. Durante algo más de media hora fueron los salmantinos mejores, con autoridad, para ponerse 2-0, pero el primer tanto del equipo madrileño empezó a cambiar el signo de un emocionante partido que se acabó llegando el conjunto de la máxima categoría.
Los primeros 35 minutos de Unionistas fueron una delicia. El de Dani Llácer parecía el equipo de Primera: mandando, anticipándose y teniendo el balón, pero no por tenerlo, sino para hacer que pasaran cosas. Era cuestión de tiempo porque casi desde el pitido arbitral hubo que estar muy pendiente del verde del Reina Sofía.
No hubo que esperar mucho, un cuarto de hora. El Rayo intentó sacar el balón jugado desde su portería, pero no contaba con el hambre de los que tenía enfrente. Tuvo que ser un salmantino de pro, de nuevo héroe de la Copa. Álvaro Gómez fue el que más quiso ese balón suelto y desde la lejanía soltó un zurdazo que fue como un misil a la portería de Cárdenas.
1-0, pero Unionistas quería más, mientras que los del barrio de Vallecas todavía no entendían la que les estaba viviendo encima. El siguiente golpe llegó a balón parado. Jonny Arriba, una pesadilla para Balliu y compañía, sacó una falta frontal como si fuera una estrella de Primera e Imanol Baz se elevó por encima de las torres madrileñas para conectar un cabezazo que entró también pegado al palo de la meta de Cárdenas. Era todavía el minuto 19 pero parecía que hubiera pasado una eternidad por lo que estaban disfrutando las casi 6.000 personas que llenaban el Reina, salvo los aproximadamente 300 llegados desde la capital.
Aún así, no se permitió un respiro el equipo de Llácer, que alargó hasta el 35 su dominio. Lo peor, pasó a continuación. Contra oponentes de la máxima categoría no puedes permitirte ni un error y en el 36 Iñaki perdió la bola, pidiendo una falta que Muñiz Ruiz no pitó. Se hizo con ella Trejo y el argentino, tras sortear a Imanol con una hábil maniobra, recortó distancias con un inapelable disparo que pegó en el palo ante el que nada pudo hacer Marco Coronas. Unionistas acusó el golpe y ya no volvió a ser el mismo hasta que, afortunadamente, llegó el descanso sin más sobresaltos para los charros, que sin embargo quisieron dar el último aviso con una internada de Álvaro, que pareció ser objeto de falta casi sobre la línea del área al ser emparedado entre Espino y Pelayo, pero el árbitro prefirió pasar del tema para no tener que expulsar a uno de los rayistas.
En dos minutos, entre el 52 y el 53, pasaron un montón de cosas, y todas malas para Unionistas, con varios intérpretes. Rastrojo tuvo en su zurda el 3-1 tras ganar el duelo a Pelayo y Aridane, y en la siguiente acción, Muñiz Ruiz volvió a aliarse con el poderoso y se hizo el tonto en un claro agarrón del Pacha Espino a De la Nava dentro del área. En la contra, James filtró un pase al alcance de muy pocos para Pedro Díaz, que superó a Marco Coronas con un disparo seco para poner el 2-2.
No era justo, pero no quedaba otra que superarlo. Y pudo ser peor, pero el portero de Unionistas supo desviar a córner un saque de falta envenenado de James. En el minuto 63 la tuvieron los de Llácer, pero Álvaro esta vez no estuvo acertado y estrello su disparo, con Cárdenas fuera de sitio, en un defensor.
También la tuvo Tur, que había salido poco antes, pero disparó centrado.
Unionistas quería seguir siendo valiente, pero la diferencia de físico y de calidad empezaba a notarse. Porque el Rayo sacaba desde el banquillo a De Frutos, Embarba, Isi Palazón, Nteka… Casi nada.
Por si fuera poco, Muñiz Ruiz siguió haciendo de las suyas y expulsó a Dani Llácer por protestar un golpe en la cabeza a Tur.
Y lo que casi todo el mundo se temía acabó pasando en el minuto 84. Nueva transición del Rayo Vallecano, conducida por Isi para dársela a Embarba, que con una maniobre de Primera se deshizo de Aitor Pascual para después poner la pelota lejos del alcance de Marco Coronas para colocar el 2-3 en el marcador.
Ni siquiera la roja directa a Pathe Ciss por una entrada sin sentido a Álvaro pudo ya volver a desnivelar la balanza, a pesar de los 6 minutos de añadido. Unionistas lo intentó hasta el último suspiro, pero ya no fue suficiente.
Para terminar, ya en el último suspiro, el árbitro anuló el 3-3, que había marcado Mikel Serrano, por presunto fuera de juego.
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