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La semana no solo ha traído la buena nueva de avanzar a la segunda ronda en la Copa del Rey, sino también de la enfermería. Si Llácer ya pudo contar con todos los efectivos de la primera plantilla este pasado miércoles en Utebo, este domingo (si nada se tuerce en la última sesión preparatoria de este sábado) podrá volver a contar con todos los efectivos.
Que no haya ningún lesionado le abre mucho el abanico a Llácer a la hora de confeccionar el once que se enfrente de inicio al Real Unión de Irún: «La plantilla a nivel físico está preparada para abordar esta exigencia del calendario. Además, tenemos recursos, aunque tocamos madera, porque ya no tenemos lesionados y eso hace que le estemos dando muchísimas vueltas al once«, ha asegurado Llácer, que por fin está «súper tranquilo» tras ver la enfermería vacía.
La plantilla se ejercito en la mañana de este viernes por penúltima vez antes de su undécimo encuentro de Liga, en una sesión en el que salieron a flote las magulladuras del choque de Copa de Rey, sin que ninguna de ellas revisara especial importancia: «Los entrenamientos 48 horas después de los partidos siempre son los más fastidiados a nivel de carga. Pero estamos todos disponibles«.
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