De la Nava vale más que un punto: empate corto de Unionistas (1-1)

La capota de nubes grises comenzó a descargar agua sobre el Reina Sofía justo cuando los jugadores comenzaban a calentar. Los petos fluorescentes de Unionistas alertaron de la revolución perpetrada por Llácer para medirse a la Ponferradina. No cambió el dibujo pero sí muchos nombres. En esa rueda de cambios llamó especialmente la suplencia del capitán Ramiro Mayor. Luego, Chuca apareció como titular por primera vez.

Arrancado el encuentro, a Unionistas le costó empezar a carburar. Más por el día invernizo en el que se desarrolló este encuentro 22 de Liga, que por el movimiento de piezas. La Ponferradina, con su constelación de estrellas en esta escala de la división de bronce, tampoco estuvo cómoda. El césped rápido y los músculos fríos no son buenos compañeros de viaje.

La parroquia blanquinegra tuvo que esperar diez minutos de encuentro para hacer la primera mueca en el asiento. Fue en tras una acción larga que se vino desde la banda derecha a la izquierda y de ahí, hacia al área con un centro de Fran Ortuño. De la Nava embolsó el balón con su elegancia habitual haciendo funambulismo sobre la frontal del área, controlado el esférico lo dejó caer en busca del primer remate a puerta del choque. Sin embargo, la película de agua le jugó en el momento de ejecutar el derechazo. Salió mordido y sin encontrar portería. La gente se lo agradeció igual.

Hubo un momento, a raíz de esa jugada, que Unionistas pareció enjaular a la Ponferradina sobre la base de sus cinco defensas; sin embargo, el conjunto berciano, tan en racha de juego y resultados, supo abrirse la puerta para comenzar un bello intercambio de golpes. El choque entró una fase de tú a tú estupenda en el que si Pau Martínez mandaba un balón al área, Bustos respondía acto seguido en la meta contraria. En ese ir y venir, los dos equipos tuvieron su traspié. Fue mucho más burdo el de Unionistas, que le regaló una acción clarísima de gol -fue inexplicable que el balón no besara la red de Iván Martínez- tras una perdida de De la Nava a las mismas puertas de su área. Antes, el lío lo tuvo la defensa de la Ponferradina, que no vio como Chuca rompía líneas en acción de tierra quemada. Sin embargo, el medio alicantino -cuando ya tenías a los 3.864 espectadores de pie- no decidió bien. Ni disparó ni le entregó a Pau el gol en bandeja de plata.

Tuvo que llegar el segundo tiempo para que los porteros empezaran a tener trabajo de verdad. Nada más abrirse el segundo acto, Prieto le sacó una gran mano a Jonny.

Todavía se estaba lamentando de la oportunidad perdida el Reina Sofía, cuando Borja Valle se marcó una acción personal de muchos quilates, en la que primero se zafó de la zaga de Unionistas y luego, en el mano a mano, de Iván Martínez.

El gol no le rebajó las pulsaciones al equipo de Llácer. Al contrario, potenció el chisposo arranque del segundo tiempo. Unionistas encerró a la Ponferradina y no paró hasta que logró devolver las tablas en el marcador. Le costó 8 minutos de reloj. Un centro, otro. Y un córner hasta el testarazo final de De la Nava, que entró tras topar en el larguero.

Pudo cambiar el choque en la acción siguiente, cuando restaba media hora de choque, si el colegiado expulsa a Lancho, después de haber derribado a Dani García cuando se marchabas solo camino de la portería de Prieto. El colegiado no interpretó que esa acción fuera de roja...

Javi Rey leyó mejor que el González Paéz que ese era un punto de break para su equipo, y reaccionó con un triple cambio que le dio otro aire al partido; y pese a ello, Unionistas le supo seguir jugando de tú a tú al conjunto berciano. Porque apuesta fue abrir el juego a las bandas, más si cabe. Y ahí, Unionistas se las sabe casi todas. Y más teniendo en cuenta que Llácer acabó con De la Nava, Gorka Santamaría, y Pablo García en punta. En uno de las muchas acciones que se generó el bigoleador en León pudo haber resuelto el choque en victoria local si su testarazo no se hubiera estrellado en el palo.

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