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Increíble lo que ha conseguido Unionistas este domingo por la mañana: ha ganado al Barcelona Atletic (2-1) con un jugador menos y teniendo que hacer frente a un arbitraje demencial, con numerosas decisiones en contra del equipo de Dani Llácer. Jonny Arribas, que había salido desde el banquillo, fue el encargado de firmar un doblete que ha significado una remontada de locura en un Reina Sofía que se quedó cerca del lleno con 4.431 espectadores en sus gradas.
Fiel a su filosofía, Unionistas salió a tumba abierta desde el inicio y a los 3 minutos Vergés fue el primero en probar fortuna, pero su disparo fue demasiado flojo a las manos de Astralaga. Y sólo 3 después, en el 6, llegó el mazazo con el tanto visitante, típico de la 'Escuela Barça': rápida jugada casi siempre al primer toque, avanzando metros, hasta hacer llegar el balón a la banda, donde apareció Landry para ponerlo en el área y allí, un Toni Fernández que tiene una excelente relación con el gol, conectó un precioso zurdazo lejos del alcance de Iván Martínez.
Reaccionaron rápido los de Dani Llácer y llegaron las dos primeras acciones polémicas de una larga colección a lo largo de la primera mitad que fue encendiendo los ánimos del Reina Sofía. Primero fue Imanol Baz el que reclamó un penalti en un córner y poco después Cuenca prácticamente agarró el balón con la mano caído en el suelo y el árbitro entendió que no era punible.
Llegado el primer cuarto de hora, aunque parecía que había pasado un siglo, el juego se tranquilizó durante unos momentos, justo cuando el filial azulgrana decidió que ya iba a jugarse lo menos posible, contando con la colaboración de un árbitro que ni siquiera les advertía de que no perdieran tiempo.
Con ventaja en el marcador, el Barça Atletic es tremendamente peligroso. Y lo demostró en el minuto 31: Unai disparó desde el pico del área y obligó a Iván Martínez a emplearse a fondo para despejar a córner.
Unionistas volvió a irse arriba de manera decidida a intentar encontrar el empate y Gorka Santamaría estuvo a punto de lograrlo en dos acciones consecutivas: con un remate de espaldas que se marchó cerca del larguero y un cabezazo más cerca todavía del poste.
En el minuto 37 Iván Moreno se internó en el área pero terminó cayendo pareció por un claro agarrón de Landry y otra vez el colegiado prefirió mirar para otro lado.
Ya no dio tiempo a más y concluyó la primera mitad con los aplausos de la afición a su equipo por su actuación y la bronca a García Gómez porque la suya no había gustado nada.
Regresó de nuevo volcado Unionistas de vestuarios y en un visto y no visto De la Nava, con dos remates de cabeza –uno se lo sacó un defensor bajo palos y el otro se le fue por encima del larguero- estuvo muy cerca de establecer la igualada. También pudo hacerlo en el 52 Pau Martínez, con un zambombazo desde fuera del área que se marchó muy cerca de la portería de Astralaga.
Pero la ocasión más clara iba a llegar en el minuto 66, con Santamaría queriendo emular un histórico gol de Cruyff, volando y estirando su pierna derecha al límite para superar al guardameta del Barça con una vaselina que desgraciadamente se estrelló en el travesaño, impidiendo que llegara el que hubiera sido gol de la temporada.
Otra mala noticia llegó cuando Rastrojo, poco después de salir al campo, se rompió. Entró Jonny Arriba en su lugar y también se marchó De la Nava para que entrara Álvaro Gómez, que en el primer balón que tocó disparó desde la frontal sin causar problemas a Astralaga.
Y en el 74 llegó el merecido, al menos, empate. Jonny Arriba, también en su primera aparición, se soltó un zurriagazo desde fuera del área que se coló como un obús a las redes azulgranas. Aunque fuera tarde, por fin Unionistas encontraba un premio en el partido pero no se conformaba e iba a por más.
El árbitro siguió haciendo de las suyas: a cinco minutos del final expulsó a Ramiro por una supuesta falta en la frontal a Cedric cuando se iba hacia la portería, pero pareció que el central de Unionistas había sacado el balón limpiamente. Parecía que iba a tocar sufrir con uno menos y la grada indignada ante lo que estaba viendo por parte del colegiado.
Pero Unionistas y el Reina Sofía son capaces de cualquier cosa y justo cuando iba a cumplirse el minuto 90 Arribas desató la locura haciendo el segundo, contra todos los elementos.
Tocó sufrir hasta el final, que se alargó porque ahora sí que el árbitro fue muy caprichoso con el añadido, al contrario que en la primera mitad, pero ni siquiera así pudo impedir el triunfo de un gran Unionistas.
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