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Una imagen del partido disputado en el Reina Sofía. LAYA
El brillo de Unionistas no se apaga: victoria tranquilizadora en Liga antes de vérselas con el Barça (2-1)

El brillo de Unionistas no se apaga: victoria tranquilizadora en Liga antes de vérselas con el Barça (2-1)

Ramiro arregla en el 85 el error de bulto de Ekaitz, que concedió un penalti tonto. Nespral, autor del primer gol blanquinegro. El equipo de Ponz concluye la primera vuelta de la temporada con 25 puntos

Iván Ramajo

Salamanca

Sábado, 13 de enero 2024, 21:57

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La luz que el Reina Sofía se ha ganada a pulso en la Copa no hay nadie capaz de opacarla. Ni siquiera el empate con otro equipo del descenso, concedido por un error de bulto propio. Esa aura brillante impregna no sólo al recinto, sino a todo el barrio. La otra orilla del Tormes saca pecho con razón: en La Vega va a jugar un grande este jueves, en el Arrabal va a dormir. «¡A diez, a diez!», se vendían bufandas conmemorativas del histórico encuentro ante el Rey de la competición más vieja del fútbol español (120 años). Ver los escudos de Unionistas y FC Barcelona estampados sobre la misma tira de tela le ilumina la cara a cualquiera. Y da cierto vértigo; por mucho que Ponz dijera en voz alta que los 25 puntos. Si pasó con el triunfo ante el Sporting…

El Rayo Majadahonda jugó fatal las cartas. De primeras, sin que se hubiera superado el minuto de juego, se le ocurrió asustar. Camacho aprovecho el despiste lógico de la zaga de Unionistas para plantarse solo, aunque escorado, ante Pablo Cacharrón. El disparo no encontró portería. Y, encima, la descarga metió al equipo de lleno en el partido. La alegría del penalti fallado por Kiko Femenía se alargó ahora hilvanando fútbol. El conjunto de Ponz firmó media hora realmente buena. Atacando por los tres frentes. Y, cuando no, sacando peligro de la nada. En eso es especialista Mario Losada, que antes de alcanzarse el minuto 20 de partido ya se había desmelenado tres veces lamentando su mala suerte. La primera, tras estrellar en la espalda de Pelayo un remate que olía a gol; la segunda, tras buscarle las cosquillas a Dani con un remate en el que abrió demasiado el pie y se le marchó rozando el segundo palo; y la tercera, tras estrellar en el travesaño una jugada de una electricidad y conexión con la grada bárbara. Todo empezó con una ruleta cayéndose en la que pareció que iba a dejar sólo en la vía del gol al ariete madrileño, pero que se resolvió sin embargo a cámara lenta. Sin embargo, el '7' ya tenía en su cabeza el gol y se sacó un latigazo brutal. La acción de ataque charra no murió ahí, Planas prolongó el «uy» intentándolo a renglón seguido.

Cuando la grada se puso de a cantar el himno de la Unión, los dos peloteros con mayor proyección de la plantilla (que por si alguien no se ha enterado son Carlos Giménez y Villar) trenzaron una acción de otra categoría. El canterano del Levante corrió la banda y en el momento exacto, tac, para el centrocampista del Real Madrid. La autovía que le abrió con un solo contacto con el balón fue bárbara. La segunda unidad entonces entró en tromba al remate porque el centro era ya cantado. Nespral fue quien se acabó llegando el gato al agua del gol.

Con todo ya en el sitio que quería el entrenador, a Ekaitz se le cruzaron los cables en una acción tonta. El vasco se lanzó como un torito a por Navarro para bloquearle el remate. Ruiz Álvarez lo vio todo en primera fila: penalti. No hubo excusa. Y tampoco milagro, contra el Villarreal, aunque Cacharrón le adivinó el lado del lanzamiento a Cortés. Total, que 1-1 se llegó al descanso.

Unionistas volvió enchufadísimo de vestuarios. Herido en su orgullo de octavo finalista de la Copa del Rey. En un parpadeo ya había tenido Losada otro gol cantado en sus botas. El ansia de volver a poner al equipo por delante le jugó una mala pasada. Se llenó de balón, el remate se le marchó alto y las dos manos a la cara. No fue el último lamento del luchador delantero madrileño, le quedaba marrar una casi en la línea de gol con la cabeza. Tuvo dos por falta de un así.

Los fallos en cadena le dieron aire al Rayo Majadahonda y eso enloqueció el encuentro. Que se jugó en un ida y vuelta constante. En el que pasó de todo. Incluidas dos peticiones de penalti para los blanquinegros. Pareció más clara la segunda, cometida por Pelayo. El árbitro que había comprado de todo durante los 80 minutos anteriores no quiso meterse en ese lío. Ni en ninguno más, simplemente dejó que el tiempo corriera. En busca de que no pasara nada. Sin embargo, Unionistas estaba empeñado en que sí. En que el Reina siguiera brillando aunque el rival no fuera de Primera. Y en la última del partido encontró el premio que merecía a la salida de un córner lanzado por Juan Serrano, que Ramiro mandó al fondo de la red a placer. Victoria. Tres puntos más, para un total de 25. Siguiente parada, FC Barcelona. Que siga la fiesta.

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