Kike López vuelve a marcar gol y no lo hacía desde antes del coronavirus

A Kike López (36 años), que Salamanca le recuerda por el tanto marcado en Villarreal vistiendo los colores de la UDS y que significó la última salvación de Segunda, ya casi se le había olvidado como celebrar tantos. La última vez que había visto puerta fue el 8 de marzo del 2020, en un derbi balear de Segunda B entre el Atlético Baleares y la UD Ibiza. Cuatro años y medio después el extremo salmantino se convirtió en el primer jugador del CD Guijuelo de este curso en ver puerta. «Ya tocaba», es lo primero (y casi lo único) que le sale. «Una vez que vi salir el balón, supe que iba dentro. Pero hasta ahí, no me dio tiempo ni a pensar cómo iba a celebrarlo después de tanto tiempo, porque los compañeros enseguida se me echaron encima para festejarlo. Pude saltar y poco más», describe masticando ya cómo celebrará el siguiente tanto. «Espero que sea el primero de muchos, porque la verdad meter un gol es lo más bonito de este deporte».

Kike López, por tanto, ha tenido que volver a casa para reencontrarse con el gol. Entre Ibiza había jugado en Melilla y Cornellá. «Ya tenía ganas de volver a casa», se sincera el jugador de banda salmantino, al que Mario Sánchez ha recuperado como extremo después de haber sido las últimas campañas más lateral que otra cosa. «Estar adelantado en el campo, ayuda a estar más en contacto con la portería rival.

La verdad que aquí soy un fijo en la parte de ataque, es la posición en la que he jugado toda la vida y eso no se olvida, sabes lo que tienes que hacer. Pero, bueno, yo no me niego a nada; como siempre voy a jugar donde el míster me ponga e intentar cumplir lo mejor posible», afirma el jugador, que como su excompañero Toti ha aterrizado en el Municipal Luis Ramos en la recta final de su carrera: «Son coincidencias del fútbol; algo ha tenido que hacer el Guijuelo para que no solo Toti, sino Coque o Garban, que son compañeros de toda la vida, para que acabemos aquí. La verdad es que al final Guijuelo es una plaza en la que hay tranquilidad y equilibrio, y eso para el futbolista es importante.

Veo que se ha profesionalizado mucho en su estructura y eso es bueno», afirma antes de, después de haber librado mil batallas, ser cauto en los objetivos marcados para esta temporada en el club chacinero: «El objetivo es salvar la categoría lo antes posible; y si seis o siete jornadas antes de acabar la Liga lo tenemos hecho, tenemos que ser ambiciosos. Tenemos los pies en el suelo, trabajamos día a día, y lo que nos importa es el próximo partido». Que es el derbi frente al Salamanca UDS: «Tenemos ya ganas de sumar la primera victoria. Contra el Bergantiños se nos resistió y vamos a por ello, pese a que pase lo que pase por las alturas de Liga que es, no será determinante. Pero sí importante moralmente. Al SalamancaUDS después de este partido, como siempre he dicho de todos los equipos de mi tierra, le deseo lo mejor», concluye el extremo charro, que 1.645 días después ha vuelto a celebrar un gol.

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