El Guijuelo no puede contra un Marino de Luanco que jugó con uno menos casi una hora (1-1)

Reparto de puntos (1-1) en el estadio de Miramar entre el Marino de Luanco y el Guijuelo, en un encuentro en el que el conjunto asturiano jugó con diez desde el minuto 34 y que aún así pudo llevarse perfectamente los tres puntos, puesto que, curiosamente fue mejor y desplegó su mejor versión con un hombre menos que cuando fueron once. Al contrario de lo que le sucedió al conjunto salmantino. Equipo curioso donde los haya, que, lejos de crecer en la superioridad numérica, se empequeñeció y en ese escenario estuvo más cerca de la derrota que de la victoria. Aún con todo, empezó adelantándose en el marcador con un gol de Garban a los once minutos y pudo hasta ganarlo en el 65, de no habérsele anulado otro. De esta manera, el conjunto jamonero, sigue ahondando en su mala racha y ya son cinco partidos sin ganar: tres derrotas y dos empates que le sitúan en la penúltima posición de la tabla. En definitiva, un encuentro, en el que da la sensación que el Marino mereció más, pero al final no fue capaz de traducir su dominio en goles.

El primer tiempo arrancó igualado, con un Guijuelo despierto, dio fe de ello el gol que marcó a los once minutos. Garban recibía un caramelo de Ezkurdia y de primeras, en el área pequeña, la introducía en la meta de Dennis. No pudo sentarle peor el tanto a los salmantinos, que recibieron la replica de los azules, tan solo un minuto después, en una jugada en la que Javi Hernández salvó un balón bajo la mismísima línea de gol, con Guzmán ya vencido. El Marino, tocado en su orgullo y ante su gente, sacó la garra y se lanzó a por el empate. El golpe le sirvió para despertar y cuando los asturianos empezaban a hacerse con la manija del encuentro, la suerte volvió a sonreír a los de Gala, puesto que en el minuto 34, el árbitro expulsó a Morcillo, por una plancha sobre Ezkurdia. Ni con esas pudo el Guijuelo. Los locales se quedaban con diez, pero fue un espejismo, porque fue a partir de entonces cuando afloró la mejor versión del conjunto local y al contrario, los verdiblancos, desaparecieron del mapa. Y como quien avisa no es traidor, a los 37 minutos, César puso las tablas en el marcador con un gran zapatazo a la escuadra, en lo que fue una pérdida de Cristóbal en campo propio. Una jugada, que fue más demérito visitante que acierto local. Pero en esas, los del Miramar, ya hacía tiempo que merecía una recompensa mayor.

Se le hizo larga la primera mitad al conjunto salmantino, que sufrió bastante en el último tramo a raíz del tanto local de César, que se lo creyó y lo mejor fue que llegara el descanso.

En la segunda mitad, el guion fue parecido, el Marino seguía jugando mejor que el Guijuelo, pese a estar con diez y aún así pudo ganar el encuentro con un tanto de Sillero de tacón a la media hora, que no subió al marcador por fuera de juego. Pero las sensaciones eran malas y lo mejor, sin duda, fue el marcador final. 1-1 y la semana que viene los de Gala, reciben al Escobedo, un rival directo en la lucha por salir del descenso. Partido vital.

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