

Secciones
Destacamos
Jueves, 27 de febrero 2025, 13:53
El Carnaval en Castilla y León es una festividad llena de tradición, color y alegría que se celebra en diferentes localidades de la Comunidad con un marcado carácter histórico y cultural. A pesar de las bajas temperaturas propias del invierno, las calles de muchas de sus provincias se llenan de desfiles, comparsas, disfraces y eventos que mezclan modernidad con antiguas costumbres. Y, en algunas localidades, por muy pequeñas que sean, ese encanto también puede palparse. Prueba de ello es lo que sucede en algunas como Velilla de la Reina, en León, donde apenas viven 220 personas.
Y es que allí, como, por ejemplo, pasa en el municipio salmantino de Ciudad Rodrigo, el Carnaval transforma por completo la vida de todos sus residentes y turistas. Tanto es así que su población se multiplica con visitantes y descendientes que regresan para sumarse a la que es considerada una de las celebraciones más peculiares y antiguas de la Comunidad: 'El Antruejo'.
Este ritual, cuyas raíces se remontan a los antiguos ritos paganos, revive en el siglo XXI con un despliegue de tradiciones y simbolismo. Como describe la revista National Geographic, durante la festividad, diversos toros de fantasía tratan de embestir a las jóvenes solteras, quienes son rescatadas por los 'guirrios' en una coreografía milimetrada. Los guirrios, ataviados con trajes blancos y tocados de colores vibrantes, recorren las calles del pueblo al son de cencerros, rompiendo el silencio con su presencia. A cambio de su bullicio, los vecinos les ofrecen dulces tradicionales como orejas, frisuelos y flores de sartén.
Otro de los momentos más esperados de esta celebración llega el domingo, con las 'cachiporradas', una peculiar costumbre en la que los jóvenes disfrazados golpean las puertas de los hogares con haces de juncos trenzados, invitando a los habitantes a unirse a los distintos rituales. Pero lo curioso está en que, quienes no responden o se niegan a participar, son objeto de la travesura de los antruejos, quienes embadurnan las puertas con ceniza mientras entonan una rima burlona recogida por la Junta de Castilla y León: «Si no quieres responder, mete un cuerno por el culo y aprieta bien».
Pero, sin duda, el evento cumbre del Carnaval de Velilla de la Reina es la guerra de ceniza. En la noche del sábado, la plaza del pueblo se convierte en el epicentro de una gran hoguera en la que los vecinos y los que llegan al pueblo para vivir dicha celebración se untan los rostros con ceniza, reforzando el vínculo comunitario y la esencia de esta festividad ancestral.
De esta forma, este Carnaval, lejos de las grandes aglomeraciones y los disfraces modernos, ofrece una experiencia única, cargada de historia y tradiciones que siguen vivas gracias al empeño de los habitantes de Velilla de la Reina. Para quienes buscan una celebración auténtica, este pequeño rincón de León guarda un tesoro cultural que merece ser descubierto.
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para registrados.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.