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Después de lo visto ayer, y no precisamente por el episodio del vértigo, se puede decir que Planas vive su peor momento como ministro de Agricultura. Ayer en el Congreso de los Diputados sorprendió que no fuera el Planas torero acostumbrado a situarse por encima de la oposición. Le fallaba hasta el tono de voz y tuvo vértigo, lo que él achacó a la sobreactividad. Otros dicen que le afectó el contraste entre estos días de trabajo y su agenda habitual. Pudieron ser los nervios ante un escenario al que no está acostumbrado y por el que se le ve superado.
Lo de ayer no fue una protesta más. Se trató de un incomprensible error de cálculo del ministro. Luis Planas citó a las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA para calmar las protestas agrarias días antes de las elecciones gallegas, pero en las negociaciones dejó fuera a Unión de Uniones. Y jugó a enfrentar a las organizaciones en ese divide y vencerás que tan buenos resultados le dio otras veces. Unión de Uniones tomó entonces la tractorada en parte como esas elecciones agrarias que reivindica, que no convoca Planas y que le deja fuera de las mesas de negociación. Cuando parecía que las protestas podían perder fuerza, Planas las reavivó.
Por ese error político, las previsiones del ministro y del propio Gobierno en relación a la protesta de ayer se vieron superadas. No eran 500 los tractores que iban a acudir, eran el doble o el triple y llegados incluso de localidades a 400 kilómetros de Madrid. Unión de Uniones supo canalizar el malestar de miles de agricultores -los ganaderos, en una España de explotaciones donde el titular es jefe y obrero, no pueden perder días en protestas- y el ministro no se lo esperaba.
Intentó el Gobierno con Marlaska impedir la entrada de tractores en Madrid y se demostró que fue una estrategia torpe porque lo que hizo fue aumentar la tensión. Los agricultores y ganaderos no dieron un paso atrás.
Es, sin duda, uno de los momentos más delicados del ministro también porque ayer, con un Madrid caótico por los tractores, los ciudadanos aun así aplaudían a los agricultores y ganaderos. La sociedad está con el campo y el ministro Planas tampoco había contado con que pudiera seguir el respaldo social semanas después del inicio de las protestas. Se vio que España es agrícola y ganadera y es ahora cuando el Gobierno, que se ha inclinado y ejercido políticas medioambientalistas en detrimento del campo, se da cuenta de la magnitud de la fuerza que tiene enfrente. Y el lunes hay otra gran protesta en la que ASAJA, COAGy UPA mostrarán el respaldo que tienen. Como para no tener vértigo.
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