Salamaq: no es una sorpresa

Se puede decir que es una pena que a la feria no acudan tractores ni gran maquinaria. Y más cuando en junio estaba previsto que acudieran. Y más después del optimismo de la Diputación, que confiaba en que, esta vez sí, volvieran al certamen agropecuario. Y más porque se había reunido con expositores que antes eran habituales y alguno hasta había pagado la reserva de espacio. Y ahora hasta esos han decidido que no acuden. Y se espera la presencia de algún expositor de tractores, pero no lo que se esperaba. Y es una sorpresa que contara la Diputación con que iban a estar y no estén, pero no que no estén ahora, después de la cosecha.

El año ha sido malo para los agricultores. De los peores. En un año de sequía siempre está en el aire la posibilidad de una ayuda que compense. Este, no. Y es que no porque el año es malo en precios, que no en cosecha. Y el agricultor debería cubrir costes o eso dice la Ley de la Cadena Alimentaria pero no hay ni en la letra pequeña un parrafito para dejar claro que si el agricultor, por lo que sea, cobra menos que el coste de producir, se le compense. La Ley de la Cadena Alimentaria no funciona, el agricultor, que es el que puede invertir en tractores o en cosechadoras, es el que no se queda con su margen. Luego en las ferias se dicen muchas cosas, como cuando el ministro Planas en Salamaq alabó la Ley de la Cadena Alimentaria y la puso incluso como ejemplo a Europa. Y dijo lo bien que funcionaba y puso el ejemplo de la leche. Y está por ver si a día de hoy tendría la osadía de decir lo bien que funciona delante de los agricultores. Después de un año como este, no creo.

No es una sorpresa que no venga maquinaria porque a los expositores Salamaq les ha parecido más de ganaderos que de agricultores, y no les falta razón. Y a la Diputación le han insistido en que mejore sus condiciones, pero la Diputación ve que la feria es de todos, pero que Salamaq es, sobre todo, ganadera y que lo imprescindible es el ganado. También ha visto que los ganaderos no faltaron a la cita con Salamaq ni el año pasado con la EHE.

No es una sorpresa porque los tiempos cambian y la gran maquinaria empieza a faltar en otros certámenes. El coste de transporte es alto y desde la pandemia el que tiene interés en comprar, se desplaza.

Salamaq se presenta este año, más que nunca, como una feria ganadera. El año es bueno, los precios son altos, y hay ganas. Una pena lo de la maquinaria, pero no es una sorpresa.

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