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Las lluviashan parado la actividad en el campo salmantino, tanto en secano como en regadío, y mantienen en torno al 80% del maíz sin sembrar y, aproximadamente, el 30% de las patatas. En secano, preocupa la siembra del girasol —aunque aún hay margen— y, sobre todo, los tratamientos, porque se teme la proliferación de malas hierbas en un año con exceso de humedad. Este martes y este miércoles está previsto que los agricultores aprovechen para sembrar, puesto que el jueves hay previsión de lluvias, las cuales continuarán en los siguientes días, aunque en principio parece que con menor intensidad.
Además de paralizar la actividad en el campo, las precipitaciones y la presencia aún de nieve en la Sierra han llevado a la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) a volver a abrir las compuertas del embalse de Santa Teresa para soltar agua.
Ocurrió en enero, también en marzo y ahora, en mayo. La Comisión de Desembalse de la CHD fija cada año el volumen de resguardo de cada embalse para garantizar la seguridad de la instalación frente a posibles avenidas. Este volumen varía en función de la época del año, y en abril era de 35 hectómetros cúbicos (el máximo que podría alcanzar el embalse es de 461 hectómetros cúbicos). Este lunes, cuando hubo cinco compuertas abiertas, el embalse de Santa Teresa contenía 444,46 hectómetros cúbicos de los 496 de capacidad. Tiene menos agua que hace un año (460), pero está muy por encima de la media de hace diez años (422). El embalse, que es el principal para el riego y el que abastece a la capital salmantina, además de a otros municipios, se encontraba este lunes al 89,6% (sistema Tormes), y el sistema Águeda (Águeda-Irueña), al 84,7%. Santa Teresa llegó a estar este año al 91,5% y, este mes, al 90%.
Al soltar agua desde Santa Teresa, el río Tormes ha ido crecido, debido a un caudal vertido que fue de 150,1 metros cúbicos por segundo en la jornada de este domingo y de 76,7 a las tres de la tarde de este lunes (el mínimo del mes fue de 30,3 y el máximo del año, 171,96, el 23 de marzo). La crecida de este lunes provocó la inundación de tierras.
También contribuyó a que el embalse de Almendra llegara este lunes a los 2.500 hectómetros cúbicos (superó los 13 de entrada en la jornada de este lunes) y está muy cerca de su capacidad total, que es de 2.649. Es el segundo embalse de España con más agua acumulada, solo por detrás del de Alcántara (Cáceres), que superaba este lunes ligeramente los 3.000 (con una capacidad total de 3.160). Pese a ser más pequeño, el «mar» de Salamanca tiene más agua que el de La Serena (2.067 hectómetros cúbicos este lunes, de los 3.219 de capacidad).
El cultivo que más preocupa es el de la patata, con agricultores que las siembran partidas —que ya las tienen preparadas así— y que ahora se encuentran con que no pueden sembrar y el margen de tiempo se reduce. Es el caso de Jesús González, de Cantalpino, que ha sembrado algo más de la mitad de los 25.000 kilos previstos. Hoy tiene previsto salir, aprovechando que las tierras en su zona, de arena, no son fuertes.
En cuanto al maíz, ya hay sembrado y nacido en algunas zonas, mientras que en otras, como la de Las Villas, las lluvias han impedido el acceso, por lo que queda prácticamente todo por sembrar. Jesús Sánchez, de Villoruela, advierte de una siembra de patatas «muy tardía» y con el problema de la recolección, «de que no llegue al ciclo» y disminuya la producción. Hay hectáreas pendientes de siembra en Palaciosrubios, Paradinas, Encinas de Abajo..., aunque hasta finales de mayo podría realizarse. Hay parcelas en las que ahora es imposible entrar y, en el caso del maíz, los agricultores se inclinan ya por el ciclo corto, aunque obtengan menos producción. Sembrar con humedad también representa un problema, y hay agricultores que han tenido que resembrar patatas.
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