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Manolo Vega posa con la sandía de 20 kilos. CEDIDA
Una sandía XXL, el nuevo 'milagro' en un huerto salmantino: «A lo mejor la abro...»

Una sandía XXL, el nuevo 'milagro' en un huerto salmantino: «A lo mejor la abro...»

En 2012 se cultivaron dos calabazas gigantes y este domingo, una sandía de 20 kilos

A. G.

Calvarrasa de Abajo

Martes, 27 de agosto 2024, 06:15

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Hay milagros que, en ocasiones, trascienden más allá de lo mundano. De esos casos atípicos sabe mucho Manolo Vega, un transportista que cuenta con un huerto en Calvarrasa de Abajo y que este domingo amaneció con una sandía de 20 kilos en su cultivo, sumándose a las dos calabazas de 25 kilos que recolectó en el año 2012.

En la parcela, de unos 1.500 metros, se pueden encontrar tomates, pimientos, cebollas o pepinos pero, lo sorprendente no fue ninguna de esas hortalizas. «Llegó mi sobrino por la mañana y le dije que se llevara unos calabacines a su casa. Vio la sandía y le sorprendió su tamaño. La pesamos y la báscula marcaba 20 kilos exactos», rememora el propietario del huerto.

La sandía que marca los 20 kilos sobre la báscula.

La sorpresa para Manolo fue mayúscula, máxime cuando el peso de esta fruta oscila entre los 10 o 12 kilos. «La verdad es que me he emocionado a tope. Coger sandías de un peso menor es algo habitual en este huerto, pero de 20 kilos es muy raro. De las que tengo, ninguna tiene esas dimensiones», señala sorprendido desde su parcela.

Una vez recogida, las dudas se trasladan a poder descifrar el enigma de por qué esa sandía casi duplica el peso de las demás y las otras no. «La explicación no la sé. Hay una parte del huerto que riego con aspersor y luego, hay otro espacio, en el que he cogido la propia sandía, que lo riego por abajo. Es como si se regara 'a manta'. A ello hay que añadirle el abono que eché en el mes de mayo cuando se siembra. No le he echado nada más», afirma contundente.

Sin embargo, a pesar de que su vergel es el principal 'hobby' para Manolo en sus ratos libres y que le permite abstraerse, sospecha de alguna de las causas que han podido motivar que esta fruta veraniega haya adquirido tales dimensiones. «Al ser tan grande, a lo mejor en su momento le pilló una buena polinización y cogió ese tamaño. Todo suele ir en consonancia con el tiempo», destaca.

Sea como sea, elude hacer cábalas antes de degustarla. «Estos días he probado las que pesan 10 kilos, y, la verdad, es que tienen un sabor extraordinario. Al final, no todos los cuerpos son iguales. A lo mejor abro esta sandía y no tiene el mismo sabor que las otras», sentencia el transportista.

Dos calabazas gigantes

Este hallazgo no es ajeno al propietario de este cultivo, pues en diciembre del año 2012, su suegro recogió dos calabazas gigantes de algo más de un metro de longitud y 25 kilos de peso cada una.

«En la misma zona que esta vez mi suegro recogió dos calabazas gigantes. La verdad es que ese día nos sorprendimos bastante. Tras casi doce años de diferencia nos hemos vuelto a emocionar viendo la sandía», afirma.

En 2012 se recogieron dos calabazas de 25 kilos cada una. EÑE

Con todo, para algunos los milagros no existen, pero lo cierto es que Manolo Vega continúa con su idilio con las frutas de dimensiones fuera de lo normal, un hecho que espera continúe sucediendo en su pequeña parcela situada en Calvarrasa de Abajo.

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