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Hoy se cumplen tres semanas de movilizaciones del sector agrario y cinco días desde que Luis Planas presentó un paquete compuesto por docena y media de medidas que han sido consideras insuficientes por las organizaciones agrarias ASAJA, COAG y UPA, y tan solo como un primer punto de partida para negociar, pero negociar de verdad. Porque, en el caso de Luis Planas, tras esa apariencia de gran demócrata, de espíritu dialogante y de talante negociador, se esconde de verdad un dictador que no tolera la crítica, ni que se le lleve la contraria, además de imponer la censura cuando quiere. El Plan Estratégico de la PAC, que ahora está muy cuestionado por las tractoradas, es «su» Plan Estratégico, porque no fue negociado de verdad, ni con las Comunidades Autónomas, ni tampoco con las organizaciones agrarias. Los representantes de estas últimas solo recibieron información, insisto, información, a toro pasado y cuando no había marcha atrás, pero nunca hubo dialogo, ni mucho menos negociación.En el caso de las Comunidades Autónomas, Planas sí que dialogó, pero solo en apariencia, en el seno de la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural, entonces con mayoría socialista, pero no hubo negociación de verdad y Planas dio como aprobado por consenso «su» Plan Estratégico, cuando en lo único que existió consenso fue en que había que seguir negociando sobre la base del documento que había presentado. La pena es que, entonces, los pocos consejeros del PP no pusieron el grito en el cielo para dejar claro que el ministro de Agricultura los había engañado. Pero, ahora, la situación ha cambiado y los consejeros populares, que junto a los tres de Vox son mayoría dentro de la Conferencia Sectorial, no parece que estén dispuestos a dejarse avasallar. Ayer se volvió a vivir otra situación que no tiene ni pies ni cabeza: Planas convocó una reunión con los consejeros y, cuatro horas antes de que se celebrase, protagonizó una conferencia de prensa para informar de lo que se iba a tratar. Los representantes del PP, por su parte, no se callaron y dejaron claro, mediante una nota conjunta, que esas no son formas ni maneras y rechazaron que no se haya atendido su petición de convocar una reunión extraordinaria de la Conferencia Sectorial de Agricultura y Desarrollo Rural para debatir sobre la situación actual del campo en España y las medidas y peticiones que se plantearán en Bruselas. También critican los métodos de Planas en estos encuentros (él habla y habla y habla, dejando tres minutos a cada uno de los consejeros) y que les convoque de forma telemática, a pesar de la gravedad de la situación. A la vez criticaron la docena y media de medidas que ha planteado, que consideran claramente insuficientes. Mientras tanto, los agricultores y ganaderos continúan esta semana con sus movilizaciones y tractoradas, atendiendo a convocatorias de distinto signo y condición. Y, por último, el presidente del Gobierno sigue sin implicarse, contrariamente a lo que han hecho sus colegas de Francia e Italia, por ejemplo.
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