«Las ovejas siempre van cuesta abajo»

Juanmari Frutos es ganadero y pastor y lleva desde hace 39 años en labores de limpieza de maleza con su rebaño. Estos días está realizando este trabajo en Valcuevo, un conocido parque en Salamanca y acaba de llevar allí a sus ovejas. Reconoce que ha notado la finca adehesada «peor que el año pasado, con más mierda. Luego las ovejas comen y comen y acabarán limpiándolo», explica, y señala que «300 ovejas -que son aproximadamente él ha llevado- limpian más que 300 personas». «Ahora tiene mucho peligro por el fuego», añade, y destaca la alta cantidad de encinas que hay en el parque.

Valcuevo, situado a 8 kilómetros de la capital salmantina, cerró sus puertas el pasado viernes por la tarde y las ovejas permanecerán en él hasta el 11 de marzo. Juanmari tiene dentro una red, para encerrarlas, pero su idea es dejarlas sueltas para que coman con tranquilidad. «Luego por la noche ellas van a dormir siempre al mismo sitio, donde está la red, y no hay ningún problema», explica. No ha podido llevar a todas las de su rebaño porque algunas son o más mayores, o han parido gemelos, y necesitan más atención y pienso.

Lo que le preocupa de esta tarea de rebaño «bombero» es la proximidad del río. Es un parque frecuentado habitualmente por perros y debido a ese miedo su exigencia a la Fundación Fundos, propietario del parque, fue que se cerrara porque ve imposible la convivencia de los canes con sus ovejas. «Si hay perros, se espantan. Y si entra el perro, la oveja va al río. La oveja va siempre cuesta abajo y no cuesta arriba cuando huye y sería un peligro». No le preocupan los jabalíes, que ya el año pasado no vio allí, aunque en otras campañas de limpieza, sí.

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