Granjas sin amoniaco en el aire
Crean dos prototipos: uno para su captura en la atmósfera de las naves ganaderas y otro para obtenerlo de medios líquidos, como en balsas de purines
Lunes, 23 de noviembre 2020, 20:49
Hace 10 años que la Agencia Europea de Medio Ambiente decretó la restricción de la emisión de cuatro contaminantes muy tóxicos para la naturaleza y la salud humana: dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno, compuestos orgánicos volátiles y amoniaco. España no ha logrado cumplirlo y se responsabiliza a las fábricas de químicos y a las granjas de aves y porcino.
En Castilla y León, investigadores a través del proyecto Life Ammonia Trapping han logrado crear dos prototipos para la captura de amoniaco: uno para atrapar el que está en la atmósfera de las naves ganaderas y en el proceso de compostaje de residuos, cuyo seguimiento y mejora ha realizado la Universidad de Valladolid; y otro basado también en la misma tecnología para capturar el amoniaco en medios líquidos (por ejemplo en balsas de purines), y su seguimiento y mejora está a cargo de un equipo del Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León -ITACyL-. La tecnología permite recuperar el 98% del amoniaco de los desechos ganaderos.
¿En qué se basan ambos?
Ambos están basados en la capacidad del amoniaco de atravesar la membrana pudiéndose recuperar en una solución ácida al otro lado de ella. Se convierte en una sal de amonio, que es un fertilizante.
¿Qué ventajas tienen?
La técnica de captura de amoniaco en la atmósfera contribuye a reducir las emisiones -algo obligado por Bruselas-, evitar su deposición en suelos y la contaminación en las granjas. Contribuye también a mejorar el bienestar de las personas que trabajan en la explotación y de los animales.
¿Dónde se ha probado?
El prototipo de captura en la atmósfera ha estado funcionando ininterrumpidamente durante 8 meses en Guardo (Palencia) en una granja de porcino. Después se trasladó a Aldeafuente (Soria) a una granja de gallinas ponedoras camperas, donde ha estado casi un año, primero recuperando el amoniaco de la atmósfera de una de las naves y después, de una planta de compostaje de gallináceas. El 30 de septiembre se trasladó a otra granja de porcino, durante el periodo post-life.
¿Cuándo se comercializará?
La investigadora Mercedes Sánchez Báscones, de la Universidad de Valladolid, asegura que aún queda “mucho camino por recorrer y algunos aspectos a mejorar para ser un modelo comercial que pueda estar en el mercado a disposición de las granjas”. La investigadora asegura que hay “muchísimo interés” tanto del sector ganadero como de otros sectores de convertir estos modelos en comerciales. “Lo ven como una tecnología muy prometedora aunque aún le queda un camino por recorrer hasta que se pueda disponer de un modelo comercializable y, como siempre, en función de la inversión que se realice en la investigación, se podrían acortar los plazos”.
¿En qué aspectos se puede profundizar?
La intención es probarlo en otros sectores ganaderos como vacuno y cunícola. La tecnología puede aplicarse a cualquier proceso que genere amoniaco.
¿Qué utilidad tiene la sal de amonio que se obtiene?
El equipo de la Universidad de Valladolid ha comprobado su eficacia como fertilizante para los cultivos. Han realizado pruebas en invernaderos y parcelas de cultivos con buenos resultados.
¿Cómo puede reducir un ganadero emisiones?
La investigadora Mercedes Sánchez Báscones mantiene que el ganadero puede contribuir con un control de la alimentación del ganado para reducir el nitrógeno excretado; con la retirada frecuente de las excretas; almacenamiento de purines y estiércol con cubrición de balsas; y su aplicación en el campo con inyección directa o enterramiento rápido.
El proyecto Ammonia Traping ha contado con un presupuesto de 1,7 millones de euros.