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El motivo por el que los agricultores tienen que recurrir a garbanzos italianos

El motivo por el que los agricultores tienen que recurrir a garbanzos italianos

La semilla, comprada más cara que nunca, está en las naves por culpa de las lluvias

Viernes, 20 de enero 2023, 09:17

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La nueva Política Agraria Común -PAC- trae el problema para los agricultores de la necesidad de cumplir con algún eco régimen para no ver reducido el importe de pago básico. El de la rotación de cultivos parece uno de los más factibles para herbáceos pero exige que el 10% de la superficie se destine al cultivo de especies mejorantes y, de ellas, al menos un 5% deberán ser leguminosas.

La Junta de Castilla y León envió por escrito una carta al Ministerio de Agricultura para pedirle que no entrara ahora en vigor por la falta de semilla, pero en su respuesta, el Fondo Español de Garantía Agraria -FEGA- aseguró que no había problemas de escasez, después de haber hablado, matizaba, con operadores comerciales.

Debido a que realmente sí hay escasez, los agricultores se han visto obligados a pagar leguminosas a precios desorbitados, con vezas, por ejemplo, que otros años se abonaban a 600 euros la tonelada y que este año han alcanzado los 1.800. Ha ocurrido en guisantes, lentejas...

Y ahora lo último es que el agricultor se ha visto obligado a recurrir a semillas de otros países, como es el caso del garbanzo, con intención de siembra del italiano para cumplir con la nueva Política Agraria Común y no quedarse sin ellas, según señaló Carlos Sánchez (UPA). Hay operadores en Castilla y León que lo comercializan.

El problema añadido es el de las lluvias, que hace que agricultores que habían obtenido semillas de leguminosas y que incluso habían pagado por ellas el doble o el triple que en la campaña anterior, se encuentran con que están en las naves y sin posibilidad de sembrarlas porque las lluvias no dan un respiro.

Los márgenes de siembra son cada vez menores y los agricultores empiezan a pasarlo mal por la inversión realizada, las tierras sin sembrar aún -por lo que temen no obtener producción o que se vea mermada- y el peligro de ver reducida las ayudas de la PAC por no poder cumplir con el eco régimen. En el caso de los guisantes, lo ideal es sembrar antes del 20 de febrero

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