La realidad, la ficción y los alimentos

Lo sucedido ayer en una gran parte de España con la falta de suministro eléctrico viene a demostrar, una vez más, que la realidad puede superar a la ficción y, de hecho, la supera. Desde el punto de vista del sector agrario los daños más importantes podrían haberse producido en las granjas de animales más sensibles que necesitan una temperatura estable, como los lechones, los pollos, las gallinas y los conejos, siempre y cuando sus aparatos dependan de la electricidad y no cuenten con grupos electrógenos. Lo mismo se puede decir de las explotaciones dedicadas a la producción láctea, tanto de vacuno, como de ovino y de caprino, en las que no se pudo ordeñar; la conservación de los productos perecederos, entre ellos la leche, también ha registrado problemas. La fabricación de materias primas para el ganado y las dificultades en la cadena de distribución alimentaria son otros hechos reseñables en el balance de la jornada de ayer.

Si hace cinco años y cinco meses, en enero de 2020, nos llegan a decir que íbamos a estar encerrados en casa por un virus durante más de quince semanas, seguro que hubiésemos respondido que eso era imposible. Si ayer por la mañana, antes del mediodía, alguien hubiese advertido de lo que iba a suceder por la tarde, la respuesta hubiese sido que era imposible. Y, sin embargo, pasó. En esta línea, cada vez que he advertido de la necesidad de garantizar la seguridad alimentaria en cantidad mediante la creación de reservas estratégicas para utilizar en caso de emergencia, se me ha tachado de alarmista. Hoy vuelvo a insistir en la necesidad de poner en marcha estos instrumentos. Pero ya no soy solo yo, porque la Comisión Europea acaba de abrir, hasta el 9 de mayo, una consulta pública antes de elaborar una Comunicación sobre la estrategia de constitución de stocks de productos alimentarios en toda la UE. Bienvenida sea esta iniciativa.

Y es que tras las últimas reformas de la PAC han desaparecido, por un lado, las medidas de gestión de los mercados, lo que ha perjudicado a los agricultores y ganaderos cada vez que han surgido crisis de precios. Por otro lado, desde el punto de vista de los consumidores, la Unión Europea (UE), contrariamente a lo que han hecho las autoridades de Rusia, de India o de China, no dispone de reservas estratégicas de productos agroalimentarios que se puedan utilizar en un determinado momento. Creo que, en el actual contexto internacional, en el que los alimentos se han convertido en un elemento de carácter estratégico, es necesario crear esas reservas de alimentos y urge hacerlo ya. Loada sea por lo tanto la iniciativa que han adoptado los de Bruselas, porque la realidad puede superar a la ficción.

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