Mario Casas impresiona en su debut como director

Ha tardado media vida en ganarse el respeto de la crítica (el tirón del público lo tuvo desde el principio), pero ahora Mario Casas está en su mejor momento. Después de su Goya a mejor actor por No matarás (2021), ahora sorprende gratamente con su salto a la dirección. Mi soledad tiene alas es un drama social con ecos del cine quinqui, realismo sucio y hasta un romance a lo Bonnie & Clyde. Lo escribió durante el confinamiento con su pareja, Déborah François, y lo protagoniza su hermano Óscar Casas, junto a un grupo de actores no profesionales. Un joven delincuente de la periferia barcelonesa roba joyerías con sus amigos. Pero detrás de esa fachada esconde un gran talento artístico… y traumas familiares. Por eso sueña con huir del barrio y de su padre, ex convicto. Cines Van Dyck y Van Dyck Tormes estrenan esta ópera prima el viernes 25 de agosto.

Las salas de Torres Villarroel rematan esta semana el ciclo Filmo Verano, en versión original a 4€. Hasta el 31 de agosto, El viaje de Harold (inglés), con el oscarizado Jim Broadbent; En lo alto (coreano), otra pequeña joya del genial -y muy prolífico- Hong Sang-soo, y la estremecedora Saint Omer (francés), premiada en Venecia.

Aunque el otro gran estreno de la semana se titula Ninja Turtles: caos mutante. Por fin Leonardo, Raphael, Donatello y Michelangelo cuentan con una adaptación a la altura de los cómics. Una animación underground muy expresiva para una aventura ágil, llena de alegría, emoción y amor al material del que parte. La firman el director de Los Mitchell contra las máquinas y el guionista de Supersalidos, el actor y humorista Seth Rogen. ¿La clave de su éxito? Estaba siempre ahí, en el nombre original de la saga: Teenage. Porque estas tortugas mutantes son solo adolescentes. Cuatro chavales que anhelan integrarse en un mundo de humanos.

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