Menos atún en los comedores escolares
Francia empieza a retirar este pescado de los menús por su alto contenido en mercurio. En Salamanca, no hay restricción, pero las 'cartas' de los 71 centros escolares cumplen todas las exigencias del Gobierno
En los comedores escolares de París, ya no se sirve atún. La capital francesa ha decidido retirarlo de los menús infantiles, en un movimiento que busca reducir la exposición de los más pequeños al mercurio, un contaminante que se acumula especialmente en peces grandes y longevos como el atún rojo, el pez espada o el tiburón. No solo ha sido París: también se han sumado a la iniciativa al menos medio centenar de ciudades, y el movimiento apunta a generalizarse en el país vecino.
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La medida, de fuerte impacto simbólico y práctico, reabre el debate en España. Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), el mercurio —en su forma más tóxica, el metilmercurio— llega a los mares y ríos tanto por procesos naturales como por la actividad humana. Los peces depredadores de gran tamaño lo acumulan a lo largo de su vida, alcanzando concentraciones más altas que el resto. AESAN recomienda que mujeres embarazadas, lactantes y niños menores de 10 años eviten el consumo de especies con alto contenido de mercurio, entre las que se encuentra el atún rojo. Para los niños de entre 10 y 14 años se aconseja limitar su ingesta a un máximo de 120 gramos al mes.
A diferencia de París, donde se ha optado por la prohibición en las escuelas, en nuestro país la normativa deja margen a la elección de menús, siempre bajo supervisión de las autoridades sanitarias y respetando las recomendaciones oficiales. El pescado sigue siendo un alimento clave por sus aportes en proteínas, vitaminas y ácidos grasos omega-3. La cuestión está en cómo garantizar su consumo seguro si tampoco se sabe qué ingieren los alumnos cuando comen en sus casas.
Castilla y León ya ha tomado algunas medidas respecto a los menús que se sirven en sus centros escolares para garantizar la máxima calidad de las dietas. El consejero de Economía y Hacienda y portavoz de la Junta de Castilla y León, Carlos Fernández Carriedo, avanzó a finales del pasado curso que en los comedores escolares de la Comunidad ya se prohíbe la bollería industrial, los productos ultraprocesados y aquellos con azúcares añadidos, al tiempo que detalló que la oferta alcanza las 50 opciones de menú elaboradas por nutricionistas. No se habló del atún, que a priori sigue teniendo presencia en los comedores por su precio accesible y facilidad de preparación.
En el caso de Salamanca, los menús de los 71 centros escolares públicos de la provincia cumplen prácticamente todas las exigencias del Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros para que la dieta de los alumnos sea más saludable y sostenible. En los comedores salmantinos debe haber raciones de carne, pescado y legumbres semanalmente, en la línea de lo que ahora exige el Ministerio de Derechos Sociales y Consumo, que establece que los menús incluyan al menos una ración semanal de pescado y otra de legumbres.
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Según la Consejería de Educación, la bebida en las mesas de comedor de los centros salmantinos y del resto de Castilla y León debe ser siempre agua, «nunca bebidas azucaradas». La nueva regulación del Ministerio también obliga a los centros educativos a ofrecer a los niños menús especiales por motivos éticos o religiosos; es decir, deberán contar con platos veganos y sin cerdo si así lo solicitan las familias. Estas dietas ya son obligatorias en los colegios salmantinos, no solo por razones religiosas, sino también por motivos médicos, ante la necesidad de adaptarlas a alergias, intolerancias u otras condiciones de salud.
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