Tensión en Encinas de Abajo: «Nunca habíamos visto nada igual»

Las consecuencias de las precipitaciones que cayeron este sábado en algunos pueblos de la provincia pusieron en jaque a los vecinos de Encinas de Abajo. La fuerte tormenta de granizo, el exceso de humedad en las tierras y la falta de limpieza de los regatos provocaron más problemas de los esperados inundando una de las calles principales, anegando campos y dejando caminos intransitables.

«No sabemos qué ha podido pasar, nunca habíamos visto nada igual», reconocía el alcalde del municipio, José Ángel Haro. Según indicaron los vecinos, a la una de la tarde hubo una fuerte tormenta de granizo que inundó la carretera que une el pueblo con su pedanía, Cilloruelo, y da acceso a la autovía A-50. Conexión donde se sitúa un taller de reparación de automóviles, que fue uno de los primeros en sufrir las consecuencias, con el agua entrando en su interior.

Sin embargo, la situación crítica se produjo a partir de las cinco y media, cuando la calle Camino de Alba comenzó a inundarse de forma alarmante, zona donde hay media docena de casas. Los sumideros, incapaces de gestionar el volumen de agua, se levantaron, permitiendo que el agua se desbordara y llegara hasta las puertas de las viviendas.

Unos de los más afectados fueron los hermanos Paco y Mercedes Manjón, quienes gestionan el bar de la entrada del pueblo. «Nos ha entrado el agua dentro del local y, sobre todo, en la cocina, aunque creemos que no tenemos ningún aparato afectado», señalaba Paco. «Es increíble, no hemos podido hacer nada. El agua sale por las juntas de los azulejos», indicaba Mercedes. Dada la emergencia, un equipo bomberos de la Diputación acudió para achicar agua con bombas en los sumideros con el fin de intentar solventar el problema, mientras la Guardia Civil tuvo que dirigir el tráfico de la N-501.

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