DE CALLE

Con Puente hemos topado

Con la llegada del exalcalde de Valladolid, de convicciones centralistas, al Ministerio de Transportes nos podemos temer lo peor

Martes, 21 de noviembre 2023, 06:00

No ha habido suerte con el nuevo Gobierno. El Rey Sánchez nos ha traído carbón para uno de los ministerios que más afectan al futuro de Salamanca. Al eufórico presidente «en funciones» (lo será mientras siga dependiendo de un tarambanas como Puigdemont) no se le ha ocurrido mejor fichaje que el del exalcalde vallisoletano, Óscar Puente, para ocuparse de nuestros dolores: los enlaces de las autovías, los Alvias y las obras de electrificación.

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Al nuevo titular de Transportes lo ha elegido Sánchez como recompensa por haber ejercido de mamporrero contra Alberto Núñez Feijóo en el fallido debate de investidura del gallego. Por eso y por consolarle de la pérdida de la Alcaldía pucelana que le arrebató en buena lid el popular Jesús Julio Carnero.

Así que el ministro, un tipo duro de discurso habitualmente agresivo, llega resabiado a ese departamento clave para los intereses de la provincia. Nos podemos temer lo peor. Y más teniendo en cuenta sus antecedentes 'centralistas', su inusitado interés por concentrar en Valladolid las inversiones de la Junta de Castilla y León. En su opinión, ubicar infraestructuras y generar empleo y vida en provincias como Salamanca no tiene sentido porque «los recursos públicos son escasos».

Con este ministro pintan bastos para nuestra provincia. Puente se encontrará en algún cajón escondido de su despacho en el Ministerio, la cuarta y quinta frecuencias del Alvia a Madrid, el proyecto de mejora del enlace de Buenos Aires, la terminación de la eterna obra de electrificación de la línea férrea hasta Fuentes de Oñoro, la recuperación de la Ruta de la Plata, la alta velocidad hacia Portugal… y todo ese conjunto de inversiones pendientes recogidas en papeles que su antecesora, Raquel Sánchez, no se dignó ni leer.

Lo único bueno del aterrizaje ministerial del mamporrero sanchista es que, como no esperamos nada de su persona y como tiene por detrás cinco años de nada para Salamanca, cualquier cosita que ponga en marcha o acelere, nos va a saber a gloria.

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No hemos tenido suerte tampoco con Universidades, que pierde la condición de ministerio, y mucho menos con Agricultura, que sigue en manos del inoperante Luis Planas. Lo poco que ha hecho el valenciano por el campo ha sido todo malo. Como recuerda hoy César Lumbreras en el suplemento de Campo de La Gaceta, sus medidas han sido siempre dañinas: recortes en el agua para el riego, más indefensión de los ganaderos frente al lobo, barreras de tinte ecológico por doquier… y antes, una nefasta negociación de la PAC. Todo ello, y otros muchos desmanes y olvidos, le han valido al ministro las más numerosas protestas de la historia. Aun así, el del Falcon le ha renovado el contrato. Es difícil que pueda hacerlo peor en la nueva legislatura, pero no lo descartemos.

Puente y Planas son solo dos ejemplos de la afinada puntería de Sánchez a la hora de elegir colaboradores, que por cierto siguen siendo veintidós y con la propina de una cuarta vicepresidencia, de forma que volverá a batir el récord de Gobierno más caro de la historia.

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Eso se le olvidó comentarlo ayer al del Falcon, que presentó su equipo como «de alto perfil político», ¡y no es broma! Donde el presidente del Gobierno dice «perfil político» hay que entender perfil agresivo y demagógico. En esa descripción cuadra el exalcalde de Valladolid, pero también la nueva ministra de Justicia, la comunista Mónica García, o el nuevo capo del Ejecutivo, Félix Bolaños, el hombre oscuro que a partir de ahora controlará los tres poderes, sumando al Ministerio de la Presidencia del Gobierno la Justicia y las relaciones con el Congreso y el Senado. Ya ni disimulan.

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