Estado actual de una finca en las proximidades de Pedernales, con las vacas al fondo.

Dos meses tras el incendio de Cipérez: «Todo sigue igual»

Llegó la ayuda de la Junta de Castilla y León y este martes se han confirmado las del Gobierno de España

Martes, 21 de octubre 2025, 13:27

A mediados de agosto el fuego devoró unas 10.500 hectáreas en el que la Diputación de Salamanca ha considerado el incendio más grave registrado en la historia de esta provincia. Comenzó en Cipérez y se extendió a los municipios de Villar de Peralonso, Villaseco de los Reyes, Espadaña, Puertas, Tremedal de Tormes y Peralejos de Arriba. Ahora, dos meses después de aquel fuego, un paseo a la «zona cero» deja aún la sensación de un paisaje desolador, más aún por la sequía que acompaña este año y que mantiene el terreno sin pastos.

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Durante el recorrido por las zonas más afectadas, la de Puertas o El Groo, apenas se ven vacas porque hay muchas fincas en las que es imposible que aún puedan estar y los propietarios las han llevado a otras. También es difícil encontrar vecinos, porque son zonas muy despobladas. Destaca la paja acumulada en fincas por los envíos de la Junta de Castilla y León para ayudar a los ganaderos.

«Cuanto más lo veo, más pena me da...»

Ángela Herrero

Ganadera

Algunos requieren alimentación para el ganado aún, sobre todo aquellos con mayor censo de ganado y más hectáreas quemadas. La ayuda económica fue igual para todos, lo que también ha despertado críticas. En cuanto al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se han confirmado este martes las ayudas. En este caso, consideran que son necesarias sobre todo para aquellos a los que se les quemaron, por ejemplo, naves o el tractor.

Preocupan en la zona, y mucho, los árboles secos, principalmente las encinas. Las cenizas, en general, han desaparecido, por lo que ha desaparecido el riesgo de contaminación de las charcas, que mantenía en vilo a los ganaderos, y rebrotan algunas zarzas, carrasco y malas hierbas. Ángela Herrero, ganadera, mantiene que cada vez son más los árboles secos y duda de su recuperación. «Todo murió el día del incendio», se lamenta, y señala la pena que supone ver cómo las vacas, «que son muy de costumbres», hacen los recorridos «de siempre» en busca de bellotas. «El paisaje sigue igual», dice, y así es al visitar esa zona, donde se ven perfectamente delimitadas las zonas a las que afectó el fuego y a las que no y que, al menos hasta la llegada de las últimas lluvias, sí tenían comida para las vacas.

«Estoy limpiando todo... y antes no se tocaba»

Isidoro Muriel

Empleado en Espadaña

La preocupación por los árboles es generalizada, y así, por ejemplo, José Javier Ruano, de Berganciano, con 180 hectáreas quemadas de las 200 que tenía en la parte conocida como Mazán, destaca el destrozo de las encinas. «Ha sido algo exagerado. Hay ahora muchas quemadas y otras que va a ser muy difícil que vuelvan. Algunas han empezado a brotar, pero el tiempo dirá».

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«Tenemos el problema del otoño muy seco»

José Javier Ruano

Ganadero

Así lo cree también el director general de Patrimonio Natural y Política Forestal de la Junta, José Ángel Arranz, que resalta que habrá que esperar a la primavera para ver si brotan. Aunque si están muy afectadas las ramas, explica, los brotes pueden ser de raíz y no es bueno. «Si la afectación no es muy alta, pueden brotar las ramas», señala. La lluvia de estos días reduce al menos el polvo y esperan que siga para olvidar el incendio.

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