La mella de la covid en la salud mental: 2.200 atenciones psicológicas a sanitarios y enfermos en Salamanca

El servicio de Psiquiatría del Hospital de Salamanca ya cuenta por miles las consultas de atención psicológica a causa del covid que ha tenido que prestar a los propios trabajadores del Complejo, a los de Atención Primaria, así como a enfermos con coronavirus y a sus respectivos familiares.

El programa Pasmicor se creó en Salamanca durante la primera ola de la pandemia para ayudar a todas esas personas que, de una u otra manera, habían vivido experiencias traumáticas relacionadas con el coronavirus: trabajadores que veían morir a cientos de personas, infectados que pasaron largas semanas aislados o familiares que no tuvieron la oportunidad de despedirse de sus seres queridos.

Desde el comienzo de esta iniciativa hasta el 1 de agosto, el total de personas a las que se ha prestado atención psicológica se acerca a las 400 que, en sucesivas visitas suman un total de 2.222 consultas.

Lógicamente, el grupo más afectado es el de los propios enfermos que tuvieron que ser hospitalizados. Personas para las que el ingreso supuso una vivencia muy dura. Son 148 y se han realizado 792 consultas de seguimiento.

Le siguen los trabajadores del Hospital de Salamanca, representados por todo tipo de categorías: médicos, auxiliares, Enfermería, celadores, etc. Han sido 105 sanitarios atendidos, y 608 consultas psicológicas de seguimiento.

De hecho, han sido varios los profesionales que decidieron adelantar su jubilación a causa del agotamiento físico y psicológico que tuvieron que resistir durante 2020.

Los familiares son también víctimas indirectas -casi directas- de la pandemia. Ellos han sobrellevado con angustia la enfermedad de sus seres queridos y no todos han sido capaces de superarlo. Un total de 68 personas recibieron una primera consulta y, sumando las posteriores, se han prestado 522 consultas.

Pasmicor también ha llegado a las personas que tuvieron que aislarse en sus propios domicilios y que, en muchos casos, supuso momentos más duros que los de estar en el Hospital de Salamanca, donde al menos se tenía la ‘tranquilidad’ de sentirse atendido por profesionales.

Son ya 42 personas las que han reclamado atención psicológica y tras posteriores reuniones para comprobar su evolución se ha llegado a las 220 consultas.

El programa se fue ampliando para llegar también a los trabajadores de Atención Primaria, pero la afectación de la pandemia en el primer nivel asistencial ha sido muy inferior. Debido, sobre todo, a no haber tratado tan de cerca con los enfermos más críticos.

Apenas una decena de profesionales de Primaria han generado 40 consultas.

Respecto al personal de residencias de ancianos -que fue uno de los entornos más hostiles durante la primera ola- fueron cinco los trabajadores atendidos, y 40 las consultas prestadas.

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