El autoconsumo eléctrico llega a cotas jamás vistas

Las alternativas para abaratar el recibo de la electricidad para particulares y empresas han ganado peso en los últimos meses. Unos han apostado por pasarse al mercado libre y dejar la tarifa regulada, otros por cambiar de contrato y los más osados han apostado por las instalaciones de autoconsumo.

Se trata de la opción más arriesgada, ya que implica una inversión que no se amortiza hasta dentro de varios años, pero que ha adquirido mayor relevancia como demuestra el número de instalaciones. Entre 2021 y el primer trimestre de 2022 el Servicio Territorial de Industria, Comercio y Economía en Salamanca ha aprobado más de 300 instalaciones, una cifra que supera la registrada con anterioridad sumando varios años.

Los datos evidencian el incremento. En 2020 únicamente se aprobaron 54 instalaciones en la provincia salmantina, una cifra prácticamente residual. El panorama cambió en 2021. El año pasado el Servicio Territorial recibió 375 solicitudes y aprobó 292. Un repunte que se mantiene en lo que va de 2022. En el primer trimestre se presentaron 158 proyectos, de los que ya están autorizados 42. A estas cifras hay que sumar los 199 que se encuentran en tramitación.

El sector del autoconsumo estaba muy constreñido por la normativa y los costes que imponía el Gobierno hasta que en 2019 se aprobó el Real Decreto 244/2019 que facilitaba su expansión. No obstante, ese año únicamente se presentaron 26 expedientes. Hubo que esperar a 2020 para asistir al primer incremento, sobre todo en la segunda mitad del año, gracias a que la Junta sustituyó en junio las licencias urbanísticas, que hasta entonces eran obligatorias para las instalaciones de autoconsumo, por una declaración responsable, lo que ha agilizado notablemente los plazos de ejecución. No obstante, el verdadero impulso ha sido el precio de la luz.

La prueba es que el repunte se ha dado a partir de septiembre del año pasado. En siete meses la Junta ha dado el visto bueno a 262 al empezar a aumentar los proyectos presentados. Una subida a la que por ahora no se le ve final, según las empresas del sector, ya que el interés de los clientes por intentar reducir la factura de electricidad sigue muy viva. Los precios de la luz contribuyen, ya que si antes de septiembre el megavatio hora costaba 80 euros, ahora se mueven por encima de los 200 cada día, salvo algún caso puntual.

Una de las consecuencias de la avalancha de proyectos es el aumento de trabajo del Servicio Territorial de Industria, Comercio y Economía. Si hace unos meses las empresas señalaban que las instalaciones eran autorizadas en una o dos semanas generalmente, ahora lo habitual es que tarden un mes. No se trata de mucho tiempo, pero evidentemente la carga de trabajo se ha disparado, por lo que los instaladores reclaman a la Junta reforzar el servicio para que el sector no pare.

Las instalaciones de autoconsumo no se salvan de la escalada de precios provocada por el encarecimiento de las materias primas, ya que los paneles solares tienen un precio superior al de antes de la pandemia. También los problemas de distribución que existen en otros sectores por culpa de las dificultades para importancia mercancía a través de barcos están repercutiendo, aunque menos que en otros sectores, a lo que ayuda que sean instalaciones pequeñas y por lo tanto requieran menos material. La huelga de transportistas también ha ralentizado el ritmo de trabajo de las empresas, aunque tras su cancelación poco a poco están volviendo a la normalidad.

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