Así es el protocolo de los partos en Salamanca en tiempos de coronavirus

Desde que empezó la pandemia, los protocolos en la atención a las embarazadas y parturientas han ido evolucionando y adaptándose a las circunstancias de cada momento. En esta tercera ola de la epidemia del coronavirus, en el Hospital Clínico el protocolo actual pasa por hacer una prueba PCR a la mujer que llega para dar a luz y se toma la temperatura a la pareja acompañante, que en caso de febrícula o fiebre no puede asistir al parto. Mientras la mujer embarazada espera el resultado de la PCR se le pasa a una sala de dilatación específica ubicada dentro del mismo paritorio. En caso de dar positivo en la prueba de coronavirus se quedaría en esa misma sala y si diera negativo pasa la sala de dilatación junto con el resto de madres.

El padre o la pareja acompañante, si no tiene febrícula, fiebre o síntomas COVID, podrá estar presente en el parto pero no podrá salir del paritorio en ningún momento durante todo el proceso (se le da dieta en ese tiempo).

Tras dar a luz, el acompañante sólo puede estar con la madre y su bebé si la mujer está sola en la habitación. Al padre o pareja se le recomienda salir lo menos posible de la habitación y tan sólo para almorzar o cenar fuera, ya que no tiene dieta en planta. En caso de que estén dos madres en la misma habitación en planta no se permite la presencia del padre o persona acompañante.

Las embarazadas que resulten positivas en la prueba PCR, tras el parto tienen una habitación específica asignada, reservada para pacientes COVID, también en Obstetricia.

En el caso del hospital de la Santísima Trinidad, el protocolo es similar en el acceso y las pruebas al llegar. Aquí, al ser habitaciones individuales, sí se permite la presencia del progenitor acompañando a la madre y bebé.

Aunque las embarazadas mantienen al máximo las medidas de precaución para evitar contagios, las matronas confirman que al igual que crecen los positivos en la tercera ola, el porcentaje también está aumentando estas semanas en las madres que llegan a dar a luz y que están contagiadas.

Por otra parte, cabe destacar que ha habido una formación desigual en cuanto a las clases de preparación al parto para embarazadas en la Sanidad pública, en función del centro de salud: algunos lo hacían presencial, otros online, y ahora con la tercera ola al suspenderse la presencialidad, algunos centros sin la opción telemática han dejado a las embarazadas sin esta formación. En la sanidad privada se mantiene la formación online desde el inicio de la pandemia.

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