El testimonio de dos comerciantes de La Alberca: “No sabía que los bares eran tan importantes”
“Nunca había visto La Alberca así”, asegura Yolanda Jaspe, propietaria de una tienda de embutidos, mientras la turronera Mari Luz Lorenzo asegura que prefiere no abrir para no desanimarse
Martes, 17 de noviembre 2020, 10:28
La tienda de embutidos de Yolanda Jaspe no ha vuelto a ser la misma desde el cierre perimetral de Castilla y León y otras comunidades autónomas. “Nunca había visto La Alberca así”, afirma. La albercana explica que antes el municipio rebosaba vida “los fines de semana porque es cuando la gente está libre, y también los días de diario porque había excursiones constantemente”.
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Reconoce que siente una profunda pena al ver el pueblo tan vacío, y asegura que “la hostelería mueve más de lo que pensábamos”. Como un castillo de naipes, tras caer el sector, el resto de comercios de otra índole reciben también un duro golpe, y poder abrir no les salva de la catástrofe económica.
“El primer confinamiento fue terrible, luego recuperamos en agosto. Hasta el puente del Pilar estuvieron las cosas bastante decentes, y después una ruina”. Yolanda ha visto afectada su rutina, y ahora decide abrir menos horas durante la tarde. “Antes ibas por la calle dándote codazos y ahora está fatal; esperemos que se recupere pronto”.
“Prefiero no abrir porque te desanimas”
Cuesta asimilar el vacío que la pandemia ha dejado en La Alberca, algo que produce desánimo a Mari Luz Lorenzo, que en pleno fin de semana ha preferido quedarse en casa para evadirse de la cruda realidad. La turronera debería estar, en circunstancias normales, vendiendo productos tradicionales y dulces desde su establecimiento. “Hay gente que tiene abierto pero yo prefiero no bajar y quedarme en casa, porque si bajas te desanimas”, confiesa.
“Hay muy poquita gente, no hay nada de momento”. Los horarios comerciales ahora solo obedecen al sentido común, así que trabaja en función del panorama de cada día. “Los días normales no abro por la tarde, solo por la mañana, más que nada por si viene alguien conocido a buscar turrones, que es la época”. La comerciante albercana deposita todas sus esperanzas en que el puente de la Constitución salve la situación económica de cara a la Navidad, aunque insiste con vehemencia en que “por encima de todo debe primar la salud”.
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