Nueve años de prisión para el entrenador de fútbol salmantino por abusar de menores y posesión de material pornográfico

“Tiene usted toda la razón... Visto con el tiempo me equivoqué ”. Así respondía a preguntas del fiscal el entrenador de fútbol sala acusado de pederastia, F.M.R., en el juicio contra él celebrado el pasado día 15. Juicio que acogió la Audiencia Provincial de Salamanca y que ya ha dictado sentencia declarándole culpable de todos los cargos contra él e imponiéndole una condena de nueve años de prisión, la misma que le pedía la Fiscalía.

El fallo le declara autor de un delito de falsedad en documento oficial, un delito de child grooming o ciberacoso sexual en concurso real con un delito continuado de abusos sexuales a menor de 16 años, un delito de embaucamiento de menor de 16 años y un delito de posesión de material pornográfico infantil.

Además de las penas de prisión, que suman un total de 9 años, le impone penas de alejamiento e incomunicación, inhabilitación, libertad vigilada y el pago de una multas, además de las correspondientes indemnizaciones a las víctimas.

Contra la sentencia, de 60 páginas, cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia en el plazo de los diez días siguientes a la última notificación de la misma.

En el juicio, F.M.R. respondió tan solo a las preguntas del fiscal alegando que todo lo que había hecho atendía a una “estrategia” para ayudar a un menor y que en ningún momento hubo ánimo lascivo: “Me hacía todo el rato proposiciones sexuales y yo le seguía para ver de qué iba ese rollo”, declaró.

“Hola, soy Laura, ¿quieres que te mande las fotos?”. El acusado, con estudios en Comunicación Audiovisual y muy ligado a la Iglesia, utilizó este mensaje para entablar su primera conversación con su última víctima, un menor que en el momento de los hechos tenía 14 años de edad y al que consiguió embaucar fingiendo ser una mujer.

Tal y como recoge la sentencia en su relato de hechos probados, F.M.R. ya había sido condenado en el año 2015 por tenencia de material pornográfico, pero se las ingenió para modificar su certificado de antecedentes penales, modificando la fecha, tal y como él mismo reconoció en el juicio.

La Policía Nacional le detuvo a raíz de la denuncia de este menor que manifestó que en el año 2017 había contactado con él, a través de WhatsApp, la supuesta mujer con la que intercambió mensajes, una tal ‘Laura’ (identidad ficticia utilizada por el acusado para llegar a él) y que le mandó fotografías y le convenció al final para que él también lo hiciera.

Luego el chico se arrepintió y decidió finalizar el contacto virtual, momento en el que el entrenador, F.M.R., comenzó a preguntarle si le pasaba algo, simulando además conocer a esta mujer. El técnico le dijo entonces que tenía que mantener con él contactos sexuales para que esta no difundiera las fotos.

La investigación permitió finalmente identificar y detener al autor de los hechos. Se trataba de F.M.R., un varón muy vinculado con el deporte salmantino por sus labores de coordinación en el ámbito del fútbol sala y como entrenador de fútbol juvenil, lo que favorecía su acceso y contacto con menores de edad y jóvenes, a pesar de contar con antecedentes por delitos sexuales.

La relevancia de estas conductas con víctimas menores de edad y sus posibles consecuencias por la influencia en su posterior desarrollo personal y también el ámbito de trabajo del detenido motivaron que la investigación siguiera abierta con el fin de determinar la existencia de otras posibles víctimas por hechos similares.

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