Condenado por estafar a su padre y a su compañera con discapacidad en Salamanca

Un hombre ha aceptado dos años y seis meses de prisión y su pareja dos años por un delito de estafa continuada al padre del varón y a su compañera sentimental, que padece un retraso mental, ambos residentes en la provincia de Salamanca.

La Audiencia Provincial de Salamanca les impone además las costas procesales y que idemnicen conjunta y solidariamente a los afectados por el importe estafado y por los daños morales, así como a las distintas entidades perjudicadas.

El tribunal salmantino ha acogido recientemente la conformidad entre las partes, lo que ha evitado la celebración del juicio contra la pareja.

Declara probado la Audiencia que a comienzos del verano del año 2020, ambos acusados -los dos con antecedentes penales y en el caso del varón, reincidente- urdieron un plan para apoderarse de diversas cantidades de las cuentas corrientes del padre del acusado y de la pareja de este.

Para su ejecución fueron desde su localidad de residencia en la Comunidad de Madrid hasta el domicilio de estos, situado en la provincia de Salamanca, donde se alojaron entre los meses de julio y agosto de ese año.

Durante ese tiempo y aprovechando la confianza que les generaba la relación familiar y la delicada situación de la compañera del padre del varón, que padece retraso mental ligero y estaba en tratamiento por depresión, se ofrecieron, guiados por el único propósito de ilícito enriquecimiento, para ayudarles con diversas gestiones. Consiguieron de este modo acceder a su documentación personal, cartillas y tarjetas bancarias y hacerse con las claves de acceso 'on line' de las cuentas corrientes del varón.

Así, lograron contratar de forma electrónica préstamos con entidades de crédito a nombre de estos, sin su conocimiento ni autorización, aportando la documentación de la pareja que les fue requerida en la contratación y facilitando las cuentas de titularidad de esta para recibir los préstamos, para una vez recibidos los fondos, incorporarlos a su patrimonio.

A causa de estos hechos, la pareja estafada ha quedado en una situación de «absoluta precariedad económica», teniendo que pedir ayuda a los servicios sociales para comer y sobrevivir.