Con parálisis cerebral y al mando del volante: «Me ponía muy nervioso en el examen»
Daniel Hernández pliega la silla de ruedas cada vez que conduce por la ciudad con su coche adaptado
El salmantino Daniel Hernández tiene claro que pocas cosas en la vida le han hecho tanta ilusión como sacarse el carnet de conducir. Lo logró con esfuerzo, práctica y un coche adaptado a sus necesidades en Autoescuelas El Pilar. El joven padece parálisis cerebral, pero eso nunca ha sido significado un obstáculo para conseguir sus metas y objetivos personales. «Al principio sentía mucha curiosidad porque es muy diferente llevar un coche con mandos que conducir con pedales», reconoce.
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Recuerda el momento en el que consiguió aprobar el práctico de coche. Confiesa que se sentía muy nervioso con la presencia del examinador en el asiento de atrás. «Me costó bastante. Durante las prácticas iba genial, pero ese día me ponía muy nervioso con el examinador vigilando desde el asiento de atrás. Siempre iba muy atento para no cometer ni el mínimo fallo», reconoce. Con mucho esfuerzo y constancia, el salmantino pudo decir orgulloso a su entorno: «¡Por fin, lo conseguí». Según relata a este medio, ha sido uno de los momentos más especiales de su vida.
Hernández tiene movilidad reducida en las piernas y se desplaza habitualmente en silla de ruedas. «Ahora con el coche tengo que plegar la silla, quitarle las ruedas y meterla dentro, pero todo eso lo hago solo», explica. Al principio, su vehículo estaba completamente adaptado con mandos manuales. «Era un coche que se manejaba con las manos, no con los pies. Al principio era todo muy nuevo, pero cuando haces prácticas por ciudad y carretera, coges mucha habilidad», confiesa. Hace un tiempo ha cambiado también su coche y ha optado por comprar un vehículo con cambio automático.
A Hernández no le gusta conducir por ciudad, asegura que prefiere la carretera. Ya tiene bastantes kilómetros a sus espaldas. «Me muevo con el coche para ir al pueblo o de vacaciones. La realidad es que me encanta», manifiesta. Casi sin darse cuenta, el salmantino ha conseguido un logro importante que le da autonomía e independencia, pero que traspasa las propias barreras de su vida. La meta conseguida por él, inspira a otras personas que padecen discapacidad y que, cómo Hernández, quieren hacerse con ese carnet con el que tantos sueñan.
No obstante, conseguir este objetivo fue una ardua tarea para el salmantino. Tuvo las mismas dudas e inseguridades que cualquier joven de su edad. «Al principio tenía miedo. Nadie me había explicado que existían coches que se podían conducir con mandos», recuerda. Cuando se enteró de la existencia de los vehículos adaptados, no dudó en ponerse en manos de los profesionales. «Los profesores de la autoescuela fueron geniales, me lo explicaron todo con mucha paciencia y fue mucho más fácil de lo que pensaba».
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Además de trasladar su historia personal, Hernández tiene claro que su experiencia puede ayudar a otras personas en situaciones similares. «Hay mucha gente con discapacidad que no se atreve a dar el paso por miedo, por desconocimiento o por prejuicios. A esas personas les diría que lo intenten, que no se queden con las ganas. Que el hecho de que tú creas que no puedes no significa que sea verdad. Yo también pensé que no lo iba a lograr, y ahora es una de las cosas de las que más me alegro», concluye.
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