La 'nube de humo' que tapa Salamanca amenaza a los enfermos respiratorios
La combustión del incendio genera gases que, en función de la proximidad al fuego, pueden ser más peligrosos
Los múltiples incendios registrados en los últimos días en la zona oeste de la península ibérica han generado una especie de niebla -el humo de la combustión- que atraviesa varias comunidades autónomas y deteriora la calidad del aire.
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El humo no solo se ve, sino que también se huele y, en función de la distancia con el foco del fuego, puede generar molestias en las personas como irritación de las vías respiratorias. Los especialistas hacen un llamamiento al sentido común para atender las indicaciones de las autoridades y no exponerse a este tipo de gases más de lo necesario.
La doctora Rosa Cordovilla, jefa de Neumología del Hospital de Salamanca, explica que «el humo de los incendios tiene productos volátiles que son capaces de irritar las vías respiratorias, entre otras cosas». En el aire de Salamanca circulan actualmente cantidades más altas de lo normal de monóxido de carbono, dióxido de nitrógeno, benceno y, por ejemplo, que no son saludables. «En función del producto que se esté quemando, los gases generados pueden llegar a ser cancerígenos a largo plazo, con una exposición constante, que no es el caso actual», tranquiliza Cordovilla.
El grado de impacto que esta nube de combustión puede tener en las personas dependerá de «la distancia con el foco del fuego y de las enfermedades previas de las personas que lo respiran». La neumóloga jefe recalca que «no es lo mismo el impacto de este humo en personas con asma, o con EPOC, que el impacto en una persona sana».
De manera general, las personas que están a pocos kilómetros de los incendios podrían empezar sintiendo «picor de nariz, de garganta y de ojos. Luego tos y, a medida que aumenta la exposición, se pueden sentir mareos, dolor en el pecho y sensación de falta de aire».
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Los distintos portales que miden la calidad del aire en España alerta de altos niveles de hidrocarburos aromáticos policíclicos, que los neumólogos asemejan al humo del cigarrillo y que, reconocen, son claramente nocivos: «Existen estudios realizados en profesionales que se dedican a la extinción de incendios y se ha visto que, con los años, aumenta el cáncer de pulmón en estas personas, pero son exposiciones de años y en contacto directo con el fuego. No hay que alarmar por unos días de mala calidad del aire», apunta la neumóloga del Complejo Asistencial de Salamanca.
La recomendación general mientras la calidad del aire siga siendo mala es la de evitar la exposición, en la medida de lo posible. «Si vas a estar muy expuesto a estos gases, lo recomendable sería utilizar una mascarilla ffp2, que aunque no te protege completamente, sí tiene capacidad para minimizar el impacto».
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Rosa Cordovilla también sugiere «utilizar el aire acondicionado con filtros» y recuerda que el aire acondicionado de los coches permite reciclar el aire del interior del habitáculo en lugar de coger el aire de fuera.
Desde el Hospital de Salamanca, se confirma que, por el momento, no se han recibido pacientes con problemas respiratorios que se hayan agravado a causa del humo en el ambiente: las cifras de hospitalización y de consultas en Neumología son totalmente normales.
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