Los belenes iluminan Salamanca: el Belén Monumental de la Diputación reaviva el arte, la tradición y la devoción navideña
Salamanca vuelve a sumergirse en la magia de la Navidad a través de una de sus tradiciones más queridas: los belenes. Desde el imponente Belén Monumental de La Salina hasta las creativas propuestas de la Fonda Veracruz y la Torre de los Anaya, artesanos, instituciones y asociaciones belenistas trabajan durante meses para ofrecer montajes llenos de historia, belleza y emoción
Lunes, 8 de diciembre 2025, 05:00
Cada Navidad, tradición, fe y un sinfín de horas de trabajo vuelven a dar vida a los belenes. Desde los más humildes, instalados en hogares y parroquias, hasta los grandes montajes artísticos que ocupan espacios emblemáticos, estas escenas continúan reuniendo a los salmantinos, generación tras generación, en torno al Nacimiento de Jesús. Un ritual colectivo que mantiene viva una práctica declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de España en 2022, y que aspira ahora a ser Patrimonio de la Humanidad.
Entre todos los nacimientos que despiertan expectación en estas fechas, hay uno que se ha convertido en cita imprescindible: el Belén Monumental de la Diputación de Salamanca. Ubicado en el patio de La Salina, cada año atrae a miles de personas que acuden a contemplar su cuidada escenografía y sus figuras de gran tamaño. El pasado año fueron más de 73.000 visitantes, una cifra que confirma su arraigo en el calendario festivo salmantino. «Es ya una seña de identidad de la Navidad en Salamanca y una tradición muy nuestra», destacó Javier Iglesias, presidente de la institución provincial, durante su presentación.
Hay que destacar además, que el Belén de la Diputación ha estado incluido en los últimos años en publicaciones culturales nacionales como entre los 10 eventos a visitar en época de Navidad.
Un belén monumental que recrea la Judea de Herodes
La obra es, de nuevo, creación de la Agrupación Belenista La Morana, entidad salmantina reconocida a nivel nacional por la calidad de sus montajes. En esta ocasión, el equipo ha apostado por un belén de estilo hebreo y ambientación histórica, diseñado para trasladar al visitante hasta la Judea de tiempos de Herodes el Grande. Así lo explica Francisco Iglesias, miembro de La Morana y responsable del proyecto, quien detalla que el montaje busca «recrear las arquitecturas y el paisaje de la época, incorporando una escena central que domina todo el conjunto».
El protagonismo lo tiene el Misterio, compuesto por figuras de 80 centímetros realizadas por el prestigioso artesano José Luis Mayo Lebrija. «Son piezas de autor, de colección, hechas en terracota cocida y pintadas al óleo. Su tamaño y expresividad condicionan toda la escenografía», explica. De hecho, la escala monumental del primer plano, con edificaciones superiores a los dos metros de altura, obliga a aplicar una perspectiva muy marcada para generar sensación de profundidad en un espacio limitado a apenas tres metros de ancho, marcado por los arcos del patio de La Salina.
Más allá de la escena del nacimiento, el visitante puede descubrir la Anunciación a los pastores en uno de los arcos laterales o la llegada de la caravana de los Reyes Magos en otro. Todo está pensado para que el público sienta la amplitud de un paisaje bíblico que, aunque construido con materiales como poliestireno o corcho tradicional, adquiere una apariencia realista gracias a los estucados, las texturas y un cuidado juego de luces que refuerza la ambientación.
El montaje es, además, una obra poco habitual por su tamaño. Francisco Iglesias detalla que trabajar con figuras de casi un metro de altura supuso un reto para el taller: «Los belenistas solemos movernos en escalas de entre 30 y 40 centímetros. Adaptarnos a estas proporciones requiere más esfuerzo y precisión». De este Misterio concreto solo existen tres conjuntos más: uno en Madrid, otro en Málaga y otro en Valencia. La colección de La Morana posee el cuarto, que este año podrá admirarse en Salamanca.
La Diputación acompaña este belén monumental con un ciclo de conciertos navideños. El programa comenzó con el Coro Voces de La Salina y continuará el 10 de diciembre con el Coro Francisco Salinas, para finalizar el día 17 con Quartetto, un grupo vocal a cappella. «La Navidad en La Salina es cultura, es música y es encuentro. Queremos que todos encuentren aquí un espacio para disfrutar, compartir y sentir la magia», subrayó Javier Iglesias.
La tradición belenista no solo mira al presente. España e Italia presentarán el próximo marzo una candidatura conjunta a la Unesco para que los belenes sean reconocidos como Patrimonio de la Humanidad. Un paso más para proteger un arte que combina historia, artesanía y devoción popular.
Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas
¿Ya eres suscriptor? Inicia sesión