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Masiva bendición de vehículos y conductores entre sonidos de claxon en La Fuente de San Esteban
El párroco Anselmo Matilla, armado con su fumigador, roció de agua bendita a todos los asistentes, en una jornada con procesión infantil incluida
La Fuente de San Esteban
Sábado, 12 de julio 2025, 16:40
Conductores, vehículos y futuros conductores fueron protagonistas en La Fuente de San Esteban, en cuya Plaza Mayor se congregaron coches, motos, camiones, remolques, bicis, coches de juguete, triciclos y hasta una silla de ruedas para recibir la bendición con motivo de San Cristóbal. La plaza quedó abarrotada de coches decorados con rosas, claveles, girasoles a modo de molinillo, banderas de España, rótulos, lazos, globos, pañuelos conmemorativos de la festividad, y hasta cortinas de oropel.
La asociación Aeroplano, impulsora de esta iniciativa, rindió homenaje a un socio fallecido al finalizar la misa, bajo el aplauso de todos en la plaza, especialmente con la entrega de un emotivo retrato a la hija del homenajeado. Con San Cristóbal ya depositado en el centro del pueblo, el párroco Anselmo Matilla dio comienzo a la bendición de vehículos y también conductores, porque, recordó, “esto es para quienes conducen”. La bendición resultó de lo más divertida, y es que Anselmo utilizó un fumigador con agua bendita. “Es que una vez se me acabó el agua”, argumentó, motivo por el cual ahora se decanta por algo más práctico.
Rociando vehículos y refrescando a su vez a un público bromista y huidizo a pesar de que señalaba “que no es veneno, que es agua”, el sacerdote se aventuró por cada una de las arterias principales que parten desde la plaza, y es que muchos turismos ya hacían cola en las calles aledañas, incapaces de llegar hasta una plaza repleta de coches y gente.
Después tuvo lugar una pequeña procesión en la que tan solo los más pequeños, con sus bicis, cochecitos descapotables y triciclos acompañaron al santo dando la vuelta a la iglesia parroquial. Por último, los claxon y los acelerones estentóreos de los motoristas inundaron La Fuente de San Esteban de una caótica sinfonía de motores y bocinas rítmicas, anunciando que todos los conductores estaban listos para seguir a San Cristóbal en su remolque con banderas de España, en un relajado paseo por el municipio.
Niños en el asiento trasero de las motos, o en el regazo de sus padres, al volante, saludaban y disfrutaban junto a sus padres de este singular paseo guiado por su patrón, mientras los peatones les devolvían divertidos los saludos, contemplando el paso de una inusitada procesión de lo más festiva. Las peñas toman las calles en este día jubiloso, desde familias enteras hasta adolescentes.
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