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Doñinos disfruta de la matanza con buenas viandas

Se han repartido más de 50 kilos de chichas, 20 kilos de hígado encebollado y otros 50 kilos de costillas asadas

EÑE / F.MARTÍN

Doñinos de Salamanca

Domingo, 28 de enero 2024, 19:12

La unión entre gastronomía y tradición ha permitido a los vecinos de la localidad de Doñinos de Salamanca disfrutar de una jornada dominical de ocio en torno a la matanza del cerdo. Un día en el que el sol, la buena temperatura y la alta participación de vecinos han sido los grandes protagonistas de la fiesta, que ha alcanzado su décimo sexta edición y reunido a cerca de medio millar de personas a la hora de la comida.

Así, desde media mañana, en el entorno del edificio del consultorio médico, han comenzado los primeros preparativos con el encendido de la lumbre para empezar a preparar la comida y degustaciones que se iban a repartir a lo largo de toda la jornada. No era una mañana fría, pero el traguito de licor entraba bien y así se dio cuenta a las costumbres, que son para cumplirlas, aunque las temperaturas llegaran a rozar en algún momento del día los quince grados.

No ha faltado el tradicional homenaje a vecinos del pueblo, que fueron investidos un año más como los matanceros de honor por el Ayuntamiento. En esta ocasión, la distinción les correspondió a Luisa Herrero, Eleuteria Romero, Félix Fraile y José Luis Sánchez. «Es el momento de agradecerles todo el trabajo que han realizado por nuestro municipio durante estos años», afirmó el regidor, Manuel Hernández, antes de entregar a cada uno su correspondiente vestimenta.

«Es un placer poder ser mantancera de honor en el pueblo donde nací y seguir participando en las actividades», reconoció Luisa Herrero, vecina de la localidad vinculada durante muchos años a la asociación de mayores. Tras el acto de homenaje, los asistentes comenzaron a probar los diferentes productos que se habían cocinado, entre los que se repartieron más de cincuenta kilos de chichas de chorizo, veinte kilos de hígado encebollado y otros cincuenta kilos de costillas asadas.

Una vez organizada la cocina de las probaduras empezó el verdadero espectáculo de la matanza. Juan Manuel Rodríguez comenzó con el despiece del animal, que pesaba cerca de cien kilos, y a empezar a separar las distintas piezas de carne. Desde los jamones, lomos, paletas, hasta los pies, orejas y morro, ante la mirada de los vecinos.

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