Burros de ganaderias españolas EP

Burros de Salamanca, el arma secreta del ejército soviético

El Partido Comunista compró burros procedentes de Guijuelo para combatir la guerra con Afganistán

L. G.

Guijuelo

Sábado, 24 de junio 2023, 11:47

Han pasado ya muchos años, pero se acaba de conocer una curiosa historia que conecta la guerra de Afganistán con la provincia de Salamanca.

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Nos remontamos a la década de los ochenta, cuando en 1981 un grupo de burros procedentes de la península ibérica, algunos de ellos de Guijuelo, supusieron una gran clave para que se pudieran cruzar los límites geográficos que suponían de las cordilleras afganas y facilitaran el avance de las tropas soviéticas.

Según una entrevista de Francisco Godo a la agencia EFE, el frente soviético encargó un centenar de burros machos procedentes de Guijuelo, Cáceres, Badajoz, Sevilla y Portugal, para poder obtener las mulas que necesitaban como estrategia y finalizar la guerra con Afganistán.

El comunista que fue secretario del Partido Comunista de España (PCE) de Camas, afirma que la finalidad de estos burros era cruzarlos con yeguas para conseguir mulas de carga que les permitiera el transporte de material destinado a una guerra que se prolongó durante más de una década.

El encargo llegó a través del PSUC, organización comunista catalana dirigida por Gregorio López Raimundo. Francisco Gordo cuenta que no daba explicaciones de sus viajes en busca de nuevos burros, añadiendo que «a Guijuelo fue el lugar más lejano que fuimos a recoger un burro».

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Los animales procedentes de nuestro país vecino, los introducían en España por la noche, para huir de los controles pertinentes en las aduanas. Además explica que el PSUC envió aproximadamente tres millones de pesetas para la compra de dichos burros, gestionados por el cantaor José Domínguez Muñoz, el Cabrero. Estos animales eran retenidos y agrupados en una finca de Guillena (Sevilla), perteneciente a un ganadero reconocido como Juan el Gitano.

Para Francisco Gordo era sencillo saber cuales eran los puntos donde poder comprar esos burros, puesto que realizaba reuniones de ganaderos en un negocio particular, un bar situado en El Ronquillo (Sevilla).

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El final no fue el esperado, puesto que cuando el partido consiguió reunir al centenar de burros que la Unión Soviética había pedido, se declaró la peste equina y la operación fue suspendida. «Tuvimos que vender todos los burros para recuperar el dinero, que se reintegró por completo al PSUC y, como los vendimos bien, sobraron tres o cuatro que le regalamos a Juan el Gitano, que los aceptó a cambio de la ayuda que nos había prestado» alega Francisco Gordo.

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