Erecciones municipales

De las elecciones quería escribir, fruto de ellas más de uno se ha venido arriba y se ha puesto tieso y muy estirado

Lunes, 29 de mayo 2023, 05:00

Perdónenme pero no ha sido culpa mía, el maldito corrector ha cambiado una consonante y todo puede cobrar otro sentido y dar lugar a todo tipo de pensamientos. Nada más lejos de mi intención, ayer fueron las elecciones municipales, de eso quería escribir, bien es verdad que fruto de ellas más de uno se ha venido arriba y se ha puesto tieso y muy estirado. Ya se pasó la fiebre, aunque todavía nos dura el jet lag poselectoral. Madre mía, y nos lo queríamos perder. Tras que ya teníamos mucha tela que cortar en este país, nos llegaron las elecciones. El antes ha sido muy peculiar, difícil de definir a juzgar por cómo se ha vivido en los distintos municipios de la provincia. Hubo patadas y «pa todos», en mi opinión en algunos casos más de uno se pasó de frenada, dejándose llevar por las vísceras y una pasión desmesurada, y tal vez fuera de lugar a estas alturas de la democracia. Las amenazas están fuera de lugar siempre y más, si cabe, viniendo de quienes pueden ser los que gobiernen un municipio. No lo tenía claro, pero viendo la precampaña y la campaña electoral, así como la infinidad de listas o candidaturas que se presentaban en los distintos puntos de la provincia, no me voy ya a la geografía nacional, la cosa llama la atención. Municipios de trescientos habitantes con cuatro candidaturas. Uno se pregunta si realmente es el servicio al pueblo y la entrega a los demás, buscando el bien común, lo que motiva a los distintos candidatos o si, por el contrario, hay intereses de otra índole que uno cree vislumbrar, pero no termina de creérselo. No por ingenuidad sino porque aún cree en la honradez, la honestidad y el buen hacer del ser humano. Quizá más de una persona me tache de iluso, pero bendita ilusión si no, como se suele decir, «apaga y vámonos», que dicho sea de paso y visto lo visto, muchas veces dan ganas. Pero el día a día continúa y hemos de vivirlo, el problema es cómo lo viviremos en muchos de nuestros pueblos, en los que la forma de hacer política nos complica la existencia. Pueblos humildes y sencillos, como sus gentes, en los que sin saber muy bien por qué se ha destapado la caja de Pandora, generando situaciones inimaginables que tendrán como consecuencia, en el mejor de los casos, la distancia entre los habitantes y en otros la indiferencia, el desprecio o el rechazo, eso sin entrar en posibles desencuentros familiares. Se tardará tiempo en resituar muchos sentimientos en la vida de muchas personas y en el seno de muchas familias, eso es lo realmente triste y lamentable. En fin, seguramente y como siempre echaremos la culpa a la pandemia y al estado de crispación, sin pararnos a pensar cuál es nuestra parte en toda esta situación, en qué hemos contribuido o qué hemos puesto de nuestra parte para fomentar esta situación. Pensemos por un momento que una sola letra ha cambiado por completo el sentido de esta columna, lo mismo sucede por la decisión de un líder, algo tan simple cambia la vida de un país, de un pueblo, de una familia o de uno mismo. Hoy sí es tiempo de reflexionar.

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