DE CALLE

El peso del voto

Los votos que hoy depositemos en las urnas valen doble: para elegir alcaldes pero también para cambiar el rumbo de España ·

Domingo, 28 de mayo 2023, 05:00

Estamos hoy en el día clave de las elecciones autonómicas y municipales en España. Un día para la esperanza o para la amargura. Una jornada en la que todos tenemos el deber ineludible de acudir a las urnas para definir el futuro de nuestros ayuntamientos pero también el futuro del España. La democracia es esto: ir hoy al colegio electoral y depositar nuestro voto, que individualmente no parece gran cosa, pero que en el colectivo puede cambiar el futuro de Salamanca y de España.

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Las urnas son la confirmación de que la democracia existe, a pesar de los intentos de arrebatárnosla por parte de quienes quieren imponernos una dictadura al estilo sanchista-bolivariano. Por mucho que la eterna campaña que hemos sufrido en los últimos meses nos haya cansado, por mucho que nos sintamos decepcionados por unos y otros, tenemos que pensar que esta vez nuestro voto tiene un valor doble: podemos decidir quién gobierna nuestros ayuntamientos y a la vez podemos abrir el camino hacia un cambio.

La campaña electoral en Salamanca capital y en la mayoría de los pueblos de la provincia ha resultado tan sosegada como aburrida. Los candidatos de los grandes partidos no nos han dado motivos para acudir con entusiasmo a las urnas, pero debemos alzar los ojos y mirar más allá, hacia el horizonte de unas elecciones generales a final de año en las que España se juega el ser o no ser.

Quedarse en casa porque nos ha dado la pereza, porque llueve o porque no nos apetece, no es una opción responsable. No votar hoy implica un desprecio a la democracia, una oportunidad perdida ante la posibilidad que se nos ofrece de cambiar el futuro de nuestro país.

Para votar en estas elecciones debemos tener presente todo lo que ha ocurrido en las últimas semanas. Debemos pensar seriamente en quién ha jugado limpio, quién ha intentado amañar las elecciones, quién ha comprado votos y quién ha permitido que asesinos condenados por terrorismo hayan sido incluidos en las listas a los ayuntamientos y comunidades autónomas. No permitamos que nos sometan a la táctica de la tinta del calamar: no todos los políticos son iguales, no todo vale en política, no es lo mismo ver cómo la Guardia Civil detiene a cargos sospechosos de amaño electoral que recibir noticias de otros a quienes se ha denunciado con el único objetivo de extender la impresión de que en todos los partidos cuecen habas.

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La campaña que hoy termina con el sagrado ejercicio del voto ha sido seguramente la más estrambótica e increíble de cuantas hemos vivido en España. Nunca antes habíamos tenido un Gobierno empeñado en sacar a la calle a los violadores y agresores sexuales, decidido a perdonar a quienes han dado un golpe de estado contra la integridad de España como nación, que ha mirado para otro lado mientras cargos del PSOE en varios ayuntamientos compraban votos para torcer la voluntad popular.

Nunca antes habíamos sufrido la acción de un Gobierno decidido a comprar votos de jóvenes y mayores a costa de endeudar hasta las cejas al Estado.

No es solo Salamanca, ni Ciudad Rodrigo, Santa Marta o Villares: la papeleta que depositemos en las urnas tendrá una repercusión mucho mayor que la de elecciones municipales anteriores porque el futuro de nuestro país comienza a fraguarse hoy en las urnas.

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Tu voto va a decidir gobiernos municipales, pero también puede suponer (o no) un primer paso hacia un cambio en España. Aunque el peso de tu papeleta te parezca insignificante, ese voto pone y quita gobiernos. Nuestro futuro y el de nuestros hijos está en juego hoy en las urnas.

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