La Virgen y nuestra historia

Soy de los que opinan que hay que ponerse en la piel y el espíritu del lector y del oyente cuando se escribe o se hace un programa de radio. Y, presumo que hoy, fiesta en la capital y en muchos pueblos de la provincia, el lector está en modo fiesta.

Por eso no es cosa de dar la turra, aunque me lo pida el cuerpo, con el huido de Waterloo, con las idas y de venidas de Yolanda Sánchez, con lo que deben estar haciendo entre bambalinas Pedro Sánchez y sus brujos visitadores, con las reacciones de algunos socialistas a la posible amnistía, con la marcha de «Meri» Batet de la política, con lo de Arabia Saudí comprando casi el 10 por ciento de las «matildes», las acciones de Telefónica, y con otros muchos asuntos de la actualidad de estos días de vuelta a la actividad tras las vacaciones, en esta España tan devaluada por la acción de unos y la omisión de otros.

Hoy Día de la Virgen de la Vega quiero contar que ayer decidí tomarme unas horas de asueto y visité por segunda vez la Galería de las Colecciones Reales, que está en los aledaños del Palacio Real de Madrid y pared con pared con la Catedral de la Almudena.

Son dos plantas enormes, en las que se hace un repaso a una parte importante de la historia de España a través de las dinastías de los Austrias y de los Borbones, incluida la Guerra de Sucesión, tan relacionada con la Virgen de la Vega y Salamanca, según la tradición.

Después de recorrer los objetos allí expuestos, desde carrozas de la distintas épocas hasta cuadros y esculturas, con mucha presencia de la religión católica y la Virgen, pasando por las sillas de montar de reyes y reinas, uno no puede por menos de sentirse orgulloso de la historia de España y de reconocer la importancia que nuestro país ha tenido en el desarrollo del mundo, tal y como lo conocemos ahora mismo.

Ahora que España está puesta en entredicho por unos cuantos, con la complicidad y el silencio de muchos otros, que no voy a citar aquí hoy por aquello de la jornada festiva, reconforta repasar y recordar una parte de la historia que estudiamos años atrás, con la ayuda de una técnica museística moderna que hace mucho más llevadero el paseo por esas épocas de Austrias y Borbones.

La primera vez que hice la visita, a principios de agosto, me puse como tarea volver sobre hechos concretos de la vida de Carlos V de Alemania y I de España y de su hijo Felipe II, en los que nuestra tierra fue tan importante.

Tras la experiencia de ayer he decidido repasar otros momentos puntuales, como la Guerra de Sucesión. Pero, sobre todo, he salido de allí con el renovado convencimiento de que la historia, nuestra historia, y el español, son elementos claves, que es necesario conocer más y defender.

Eso explica que en los planes educativos de los nacionalistas y de los independentistas, estas asignaturas son lo primero que dinamitan.