ESCRIBE O REVIENTA

El fin del mundo 'progre'

Pedro Sánchez se siente intocable. No tiene límites ni líneas rojas. Para él mentir no es pecado y el VAR de la hemeroteca no va con él

Lunes, 4 de marzo 2024, 06:00

¿Qué tiene que pasar para que caiga el Gobierno de Pedro Sánchez? Esta pregunta nos la hacemos muchos españoles y es que es lógico que nuestros desvelos apunten a este asunto. No paran de aparecer noticias de nuevas carpetas del 'Caso Koldo' y cada día que pasa aparece 'manchado', al menos con la sombra de la duda, hasta el apuntador del PSOE.

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El campo está en pie de guerra y con el agua al cuello, los precios de la gasolina, la luz y la calefacción ya ni duelen, lo de las mascarillas, la mujer del presidente con reuniones inapropiadas, Ábalos dando entre lástima y asco, filoetarras e independentistas que tienen la sartén por el mango, lo de la amnistía que ya parece una broma en comparación con el sainete de Koldo y compañía…

¿Qué tiene que pasar para que caiga el Gobierno? La derecha ante tanto escándalo se tambalearía, pero la izquierda aguanta y es que el comodín de la calle el PP no lo sabe utilizar o no tiene tanto impacto como si lo hacen los zurdos ideológicos. A los populares se les pone contra las cuerdas hasta por sacrificar al perro de Teresa Romero, el mediático Excálibur.

Cada vez que Pedro Sánchez cruza una línea roja pienso que ese ha sido su paso a la tumba política, pero no es así, sino que ese gesto se convierte en una huida hacia adelante que le mantiene a flote. Lleva así desde 2018. Cuando la izquierda gobierna los muros de La Moncloa son la Gran Muralla China, pero cuando está el PP de inquilino parecen esos separadores de chamizo de chalet playero en Punta Umbría.

El barómetro de GAD 3 publicado por ABC este domingo arroja unas conclusiones que todos pensamos, pero que por desgracia tienen pinta de oasis y de efímero. El Partido Popular con Feijóo a la cabeza es la única formación que crece entre las fuerzas nacionales y se acerca a sus mejores estimaciones, mientras que el PSOE cae más de tres puntos desde el 23J y la ruptura de Sumar con Podemos hunde a la coalición.

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Hasta aquí todo en orden si esto fuera un país normal y corriente, pero no es el caso ni mucho menos. Y es que estoy convencido de que se vuelven a la convocar elecciones y todavía habría dudas. Ahora en caliente está todo el mundo enfadado, pero después en campaña la gente se relaja, ya que la actividad electoral no les deja tiempo para cagarla con nada de su labor política y el PSOE llega de nuevo con vida a los comicios. El PP y Vox juegan a hacerse daño y Sánchez con la aritmética más canalla (los números y este presidente no tienen principios ni valores) vuelve a sentarse en el trono y al resto se nos queda la misma cara que en las últimas elecciones.

Y lo mejor de todo es que Sánchez es conocedor de esto y se siente intocable. No tiene límites ni líneas rojas. Para el mentir no es pecado y el VAR de la hemeroteca y de la historia no va con él. Ojalá me equivoque, pero ya pueden seguir saliendo detalles de todos los movimientos indecentes que hizo el socialismo con las mascarillas que no sucederá nada de nada. Si no pasó en la pandemia, uno de los peores momentos como país que hemos vivido en el último siglo, donde hubo atrocidades, bien por desconocimiento o por incompetencia, cómo va a suceder algo ahora que ya estamos bien y es que salimos mucho más fuertes de todo aquello.

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Hasta con el fin del mundo anunciado de los Mayas seguro que desaparecemos como planeta en modo 'progresismo' y Pedro Sánchez diciendo que es solo una explosión puntual y que no hay que preocuparse.

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