Unionistas no remata la faena en el Reina Sofía y se jugará la salvación en Barcelona (0-0)

Unionistas no se acabó de contagiar del todo del tremendo ambiente del Reina Sofía. El conjunto de Acciari no aprovechó la fuerza del Fondo Oeste en un primer cuarto de hora de dominito total. Sin embargo, la posesión y el control no vinieron acompañados de las ocasiones. Se lamentó más la gente de las ocasiones que pudieron haber sido que de lo que se vio. La única en que de verdad se dejó sentir el «uy» fue en una acción aislada de Iván Moreno, en su primera cabalgada por la banda derecha. El extremo (reconvertido en lateral a pierna cambiada) se fue acomodando el balón y la jugada hasta verse en la frontal del área para sacarse un tremendo zurdazo que Yoel sacó con una mano prodigiosa.

Pasado el arreón inicial, la SD Tarazona empezó a imponer ese orden impecable que le han hecho llegar a este tramo final de campaña mirando a la parte alta de la tabla (a la Copa, para ser más precisos) y no al descenso, librado matemáticamente desde la anterior jornada. El conjunto aragonés, en una lección de pragmatismo pudo haberse ido al descanso no solo por delante en el marcador sino con una ventaja importante. Sin embargo, esas dos acciones de gol clara que tuvo en las botas de Pradera y, especialmente de Mena, que estrelló el balón en el palo de Iván Martínez.

Con la suerte de cara, Unionistas tiró de corazón para reaparecer por los dominios de Yoel Ramírez. Enredó Rastrojo todo lo que pudo en la frontal y se sacó de la manga el colegiado una falta peligrosísima que Jonny Arriba mandó al travesaño. La jugada no murió ahí, ya que Unionistas se tiró en tromba al rechace y pudo haber abierto el marcador pero, de nuevo, se topó con otra estupenda mano del portero del Tarazona.

Con el estadio desbocado, Tur se dejó contagiar y cometió en error infantil que le costó la roja: era último hombre cuando frenó por lo criminal a Luis Rivas, lo que le costó a Unionistas jugar toda la segunda parte.

Acciari recompuso al equipo en el descanso retirando a De la Nava y Jonny y dando entrada a Pau Martínez y Dani García, componiendo un extraño 4-3-2. Que se afianzó más tras el parón que hubo en el partido de tres minutos por una incidencia sanitaria en el Fondo Oeste. A partir de ese break, Unionistas llegó al área de Yoel en dos claras ocasiones para haberse puesto por delante. En la primera, Rastrojo se enredó en el mano a mano y se dejó ganar la partida por la zaga del Tarazona. Y en la segunda, los blanquinegros no aprovecharon el carrusel de rebotes que abrió una falta lanzada de manera muy heterodoxa de Pau Martínez, pero que hizo que se le escurriera de las manos al portero del Tarazona.

Ese arreón le sacó el aire al equipo, sin que Acciari moviera el banquillo más allá sacar a Santamaría por Rastrojo. Y ya. La impaciencia y los resultados de los otros campos vinieron a enredar cuando Dani García se encontró solo, mano a mano, con Yoel vencido. Sin embargo, su vaselina se marchó incomprensiblemente por línea de fondo.

Cuando el choque agonizaba Acciari metió en juego a Álvaro Gómez. Sin embargo, Unionistas no tuvo la ocasión que le diera la tranquilidad para la última jornada. Quien si la tuvo fue Agüero que en la última acción del choque, pero su remate a placer lo mandó por encima de la portería para mantener el empate como hilo de vida de cara al último choque de Liga frente al filial del Barcelona, con el que se la jugará Unionistas este próximo sábado en el Johan Cruyff (19:00).

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