Imagen de una explotación apícola en Santibáñez de Béjar. TEL

El tiempo enfría la campaña apícola en Salamanca que comenzó con buenas expectativas

Las previsiones de esta primavera eran buenas, pero las lluvias de Semana Santas y las heladas de estos últimos días han parado la actividad de las colmenas

TEL

Béjar

Domingo, 5 de mayo 2024, 06:45

Las condiciones climáticas de esta primavera, con las lluvias de Semana Santa y los fríos con heladas de esta última semana, han enfriado la campaña apícola de los productores salmantinos, que tenían buenas expectativas tras salir del invierno con una notable reposición de colmenas.

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Así lo explicaba el presidente de la cooperativa Reina Kilama, Santiago Canete, al indicar que«la primavera venía bien, sobre todo tras los tres últimos años que habían sido un desastre y comparándose con la primavera del año pasado con la sequía. Venía muy bien y estábamos contentos porque se habían repoblado las colmenas, que habían salid bien del invierno, pero entre las lluvias de Semana Santa y esta semana de frío nos ha dejado a medias». Añade que los apicultores salmantinos, que son trashumantes, habían comenzado en Andalucía y Extremadura pero el tiempo ha parado la actividad. De hecho, según constata Canete, en Extremadura ya se habla de una bajada de producción de polen de un 60%. No hay aún datos objetivos pero «se ha cortado de raíz». En Castilla y León la primavera venía adelantada y muchos apicultores han subido ya sus colmenas, encontrándose los fríos de esta semana. En esa línea, Toñi Muñoz, apicultora de Valero, confirma que «la primavera se presentaba muy bien, empezamos a hacer enjambres pero se metió el mal tiempo y se acabaron. Han venido fuertes heladas y aquí, en la zona de Salamanca, Ávila y Zamora, ha dejado fritos los tomillos. En Burgos también ha helado el brezo».

Esta situación se suma a la competencia de las mieles extranjeras, sobre todo de China y Ucrania, que entran a unos precios de 1,5 o 2 euros con los que es imposible competir desde España. Entran sin los controles que se obliga a las mieles nacionales. «Apostamos por la calidad con controles rigurosos cuando las que vienen de fuera son de dudosa calidad y control».

El sector ha sufrido un freno en la llegada de nuevos apicultores porque muchos, señala, «están tirando de ahorros» por la situación del sector de estos últimos años. Además, negocian con el Ministerio aspectos de la legislación europea que amenazan con crear más problemas al sector: la implantación del veterinario de explotación o la retirada de ayudas a los tratamientos o alimentación de colmenas.

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