A fecha de ayer, ni el ministro de Agricultura en funciones, Luis Planas, ni su corte de «mariachis» encargados de estos asuntos se habían reunido todavía con las Comunidades Autónomas y tampoco con las organizaciones agrarias para abordar el grave problema provocado por la propagación en la mayor parte de España de la llamada Enfermedad Hemorrágica Epizoótica (EHE), que afecta especialmente al vacuno de carne y que tantas tribulaciones está causando a los ganaderos salmantinos. El hecho se agrava si se tiene en cuenta que ya va para diez meses desde que apareció el primer caso en nuestro país. Y se vuelve a agravar todavía más si se repara en que a lo largo de este verano no ha habido ni una sola instrucción a los ganaderos sobre la forma de actuar.
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Si no se ocupa de este asunto tan importante, ¿a qué dedica su tiempo, el ministro en funciones? Pues, por lo que se ve, a gestionar sus intereses económicos particulares y especialmente su sueldo y las dos pensiones que cobra, según la Declaración de Bienes que presentó hace poco más de un mes en el Congreso de los Diputados. Insisto: resulta chocante, pero es así, cobra su sueldo como ministro y dos pensiones: una de la Comisión Europea y otra del Parlamento. Estas son los datos correspondientes a 2022 facilitados por él mismo: el sueldo como ministro fue de 76.355 euros, a los que se deben añadir otros 4.346 en concepto de trienios, lo que da una cantidad total de 80.701 euros, todo ello con cargo al presupuesto y a los impuestos de los españoles. Sigue el capitulo ingresos, porque Luis Planas ha declarado también en el ejercicio 2022 que cobró lo que denomina una «pensión de la Comisión Europea» por importe de 45.477 euros (casi 4.000 euros al mes), al tiempo que percibió otros 18.496 euros al año del llamado «Fondo voluntario pensiones del Parlamento Europeo»; ambas partidas dan una cantidad total en concepto de pensiones de 63.973 euros, lo que le supuso cada mes 5.331 euros, casi el doble de lo que percibe el pensionista que cobra la máxima en España, con el añadido de que este último tiene que dejar de trabajar y se queda sin sueldo por esta vía. Sumando todo, más los raquíticos 8,24 euros en concepto de «intereses o rendimientos de cuentas, depósitos y activos financieros», obtenemos un resultado de más de 144.000 euros. Para completar las cuentas, Luis Planas declara que pagó por estos ingresos un IRPF de 26.468,14 euros, lo que supone menos del 20 por ciento de su único sueldo y dos pensiones.
Además, el ministro de Agricultura en funciones dice que tiene una vivienda y plaza de garaje en Córdoba (al lado mismo de la Mezquita-Catedral), una segunda vivienda en Málaga, lo que califica como dos apartamentos (uno en Madrid y otro Marruecos), a los que hay que añadir otra vivienda en Córdoba y un terreno de secano (un olivar) en la misma provincia, todos ellos adquiridos en calidad de «pleno dominio (50%) por compraventa». Para hacer el resumen completo, hay que añadir dos cuentas corrientes con un saldo de 35.605,91 euros. Con tanto que administrar se entiende perfectamente que no disponga de tiempo para ocuparse de los problemas de los ganaderos de vacuno.
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