D.C.D.S. en un momento del juicio que este lunes acogió la Audiencia. L.G.

La mujer violada por su marido en un permiso carcelario: “No pude escapar porque me quedé bloqueada”

La víctima reitera en el juicio que la agredió en presencia del bebé de ambos y que si no se zafó fue porque “le daba miedo”

Martes, 20 de julio 2021, 00:21

“Te pueden pasar cosas peores”, asegura la mujer que denunció a su marido por violarla durante un permiso carcelario y en presencia de su bebé. La Audiencia Provincial de Salamanca acogió este lunes el juicio contra D.C.D.S., que en su declaración rechazó de lleno las acusaciones, asegurando que las relaciones siempre fueron consentidas, en ningún momento la forzó y que la niña estaba en otra habitación. “Ella lo único que quería era quedarse con la niña y quitarme a mí de en medio”, dijo, a lo que añadió: “El único que se ha tenido que ir de Salamanca y renunciar a su hija he sido yo por no tener problemas”.

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La joven reiteró a preguntas de la fiscal que el día de los hechos, el 2 de junio de 2020, su entonces marido la agarró del brazo con fuerza y le quitó los pantalones, la camiseta y las bragas. Ropa que llegó a romperle en el agresivo encuentro. Tras ello la agarró del pelo y la penetró vaginalmente, provocándole además erosiones en los pechos.

Todo ello ocurrió, según su versión, con la pequeña delante, que estaba sentada en su sillita. La mujer no pudo escapar, según dijo, porque “se quedó bloqueada”. “Yo dije que no quería y mi hija lloraba... me daba miedo porque me dijo que me podían pasar cosas peores”, siguió contando amparada por el biombo que le impedía ver y ser vista por el acusado y sin poder contener las lágrimas.

“Perdóname, quédate”, le dijo él tras este incidente, después de lo que aunque se presentaron unos amigos con los que habían quedado para tomar algo en la casa, ella no les dijo nada, tan solo a las chicas les comentó que no se encontraba bien. “Son amigos de él, yo no les conocía de nada”, respondió a preguntas de la defensa al respecto.

Tampoco lo hizo cuando acompañó al presunto violador a Comisaría de Policía para que él fichara por encontrarse de permiso carcelario, según dijo, porque estaba con él y también con su hija. “A mí me daba igual lo que me pasara”, lo único que temía era por su hija, manifestó, y contó entonces que “incluso desde allí dentro -por el centro penitenciario- él siempre la estaba controlando”, lo que conseguía “con llamadas por teléfono o enviando a gente”.

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Frente a ello, D.C.D.S., contó una versión totalmente diferente a la de la denunciante. Para empezar dijo que la supuesta agresión sexual a la que ella alude tuvo lugar el día 1 y no el 2. Reconoció que la había penetrado vaginalmente, pero dijo que para nada la forzó, que “por supuesto” ella había accedido a ello. Que fue una relación consentida.

“¿Usted sabe por qué le ha denunciado?”, le preguntó entonces la fiscal, a lo que él respondió: “Mire, yo no entiendo por qué lo ha hecho” y explicó que ella había tenido anteriormente “alguna fisura anal” sin haber tenido relaciones, al menos que él supiera, y dijo que si presentaba erosiones en ambas mamas es “porque ella cuando tiene relaciones se agarra los pechos, es costumbre”.

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Tras ello, ambos discutieron con motivo de que la niña quería coger el teléfono, ella se fue con la niña, y posteriormente le planteó la separación: “Ella lo único que quería era quedarse con la niña y quitarme de en medio. El único que ha tenido que irse de Salamanca soy yo, el único que ha tenido que renunciar a su hija, por no tener problemas, he sido yo”, respondió a la abogada de la acusación particular.

012: teléfono de información a la mujer Castilla y León

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