Los ingenieros, durante la construcción del muro en la base antártica.
La subida de la marea complica la obra del muro.

Un mes en la Antártida: así es la lucha de los militares de Salamanca “contra viento y marea”

La unidad está construyendo un muro de contención para proteger una base española

Viernes, 7 de febrero 2020, 20:24

Desde hace más de un mes, una unidad de siete militares ingenieros del Regimiento de Salamanca lucha contra viento y marea, literalmente, en la Antártida para construir un nuevo muro de contención que proteja la Base española Gabriel de Castilla ubicada en la isla volcánica Decepción, donde residen otros 13 militares y 7 científicos.

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Tras demoler y completar la retirada del anterior muro dañado por el paso del tiempo, cuyos restos deteriorados y material de reciclaje se trasladaron esta semana al buque oceanográfico español “Hespérides”, los ingenieros trabajan casi sin descanso para levantar el nuevo muro de varias alturas. El Diario de Operaciones de la Campaña Antártica en la Base Gabriel de Castilla ensalza el trabajo “disciplinado, sacrificado y habilidoso” de los ingenieros de Salamanca en condiciones adversas. Sin embargo, la fuerza de las mareas en la playa donde trabajan estos últimos días complica la labor de forma notable, ya que la fuerza del mar entierra cada día parte de la obra con arena y material. Aunque esta situación limita el trabajo a los ingenieros, éstos siguen la misión según lo previsto y a buen ritmo, según confirma Mario Garzón, el teniente al frente de esta unidad que permanecerá en la Antártida otros dos meses aproximadamente.

“El muro que se había enterrado 30 centímetros ha amanecido con otros 40 centímetros de material acumulado, demostrando la fuerza de las mareas en esta playa. Aún así, se han realizado otros 5 metros de muro”, rezaba el Diario de Operaciones del pasado martes.

Aunque la temperatura en isla Decepción no supera los 5 grados de máxima y no baja por debajo de cero, el viento se convierte en el peor enemigo para los militares del Arroquia que trabajan al aire libre en la Antártida. Las fuertes rachas de viento no sólo hacen que la sensación térmica sea realmente baja, sino que el viento levanta la arena volcánica o piroclasto de las playas donde realizan la obra del muro, incomodando notablemente la labor.

Además del muro, los ingenieros del Regimiento de Salamanca han limpiado y mejorado en estas semanas el bajo de uno de los módulos de vida de la base, además de acondicionar la zona de aparcamiento de las lanchas.

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Más allá de los duros días de trabajo en el muro o en el módulo de vida, los militares del Arroquia han tenido tiempo para realizar un reconocimiento de una de las rutas de evacuación de la isla junto a algunos científicos. Todas las rutas de evacuación llevan a los integrantes de la expedición desde la orilla interior del volcán hasta la exterior, pasando por lugares de extraordinaria belleza como la pingüinera de Morro Baily, que en estos casos de salidas no urgentes permiten disfrutar de momentos únicos e irrepetibles.

Isla Decepción es la parte superior del volcán más activo de la región de la Península Antártica, cuyas últimas erupciones tuvieron lugar entre 1967 y 1970 y que en su día destruyeron bases chilenas y británicas.

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Todos los integrantes de la Base española Gabriel de Castilla ya han realizado simulacros de evacuación pero desde el pasado lunes 27 de enero están más alerta. Ese día el Comité Polar Español decidió cambiar de verde a amarillo el color del semáforo de vigilancia del volcán de isla Decepción al haber detectado los sismólogos “ciertas anomalías” en alguno de los parámetros. Esta situación no se daba desde la campaña 2013-14, y aunque Campaña Antártica reitera que “no es preocupante”, sí que se ha aumentado la vigilancia del volcán, con toma de datos más frecuentes e informes a buques que operan en la zona.

El cambio en el semáforo no implica ni evacuación de la isla ni variaciones en la actividad científica ni logística, agrega Campaña Antártica. “No quiere decir que vaya a ocurrir nada, sino que hay que tomar las medidas oportunas para estar más pendientes”, corrobora el teniente Garzón.

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