Hablan los transportistas: "Ahora se trabaja la mitad por la crisis del campo"

Ángel Luis Alonso también sigue estos días en primera línea con los dos camiones con los que transporta cereal aunque el trabajo, reconoce, ha caído estos días a la mitad por la crisis del campo. "Estamos funcionando a la mitad porque el precio del ganado ha bajado mucho y porque también está bajando mucho el cereal y eso hace que la gente en lugar de comprar está a la espera".

Le preocupa la situación actual y todavía más lo que pasará dentro de un mes cuando arranque la cosecha. "No sabemos qué pasará cuando empiece la época de más actividad en el campo porque ahora mismo la gente tiene miedo", cuenta. Tampoco sabe qué pasará con el precio del gasoil que ha bajado muy poco en comparación con lo que ha caído el barril de petróleo. "Eso está perjudicando mucho a los transportistas que día a día estamos tirando también de este país", apunta.

Cuenta que quienes se acercan hasta su almacén en Tordillos para cargar cereal llegan con la lección aprendida y apenas mantienen contacto con él. "Antes, mientras los camiones se pesaban en la báscula, la gente entraba en la oficina a por los albaranes y charlaban contigo, pero ahora no".

También prefiere moverse lo menos posible y evita, por ejemplo, hacer viajes más largos a otras provincias para comprar cereal. "Antes iba mucho a Valladolid pero ahora lo que quiero es sacar todo lo que tengo en mis almacenes".

Además de dedicarse al transporte, Ángel Luis es también alcalde de Tordillos, donde también tuvo que actuar rápido para evitar la propagación del virus entre sus vecinos. "La mayoría supera los 70 años y por eso tomamos medidas en seguida, entre ellas el prohibir que la gente viniera al pueblo a quedarse en la segunda residencia", afirma. También sus contactos en el mundo del campo hicieron que una empresa de abonos le donara 500 litros de sulfito, a los que se suman los otros 500 que compró el propio Ayuntamiento, para desinfectar el pueblo. La última medida de Ángel Luis ha sido la compra de 500 mascarillas FFP2 para regalar a cada vecino de Tordillos.

José María López también sigue al pie del cañón desde el primer día, encargándose de abastecer las carnicerías y supermercados en unos días donde el mundo ha cambiado para siempre. "A veces sientes un poco de agobio porque al estar en contacto con tanta gente podrías contagiarte, pero al final te tranquilizas viendo la profesionalidad de los carniceros".

Con su camión sirve a diario a una veintena de carnicerías y también a muchos puestos en los mercados, uno de los sitios donde más se está sintiendo el confinamiento de la gente. "Son los que más están notando esta situación porque la gente tiene miedo a desplazarse para ir al mercado y opta por bajar a comprar la carne a la carnicería que hay debajo de su casa. Además, hay mucho miedo ahora a las aglomeraciones y eso ha hecho que las ventas bajen especialmente".

Además de encargarse de abastecer carnicerías y supermercados — "los únicos que han subido algo"— José María compra y ceba sus propios terneros. "En el vacuno ahora tenemos un gran problema con los precios, que han bajado mucho, porque no se venden solomillos ni lomos por el cierre de la hostelería. También las pieles ahora valen la mitad, como ocurre también con los despojos", cuenta con preocupación. Esta situación de parón en el consumo ha llevado a las terneras a caer en picado en todas las lonjas. "Si ahora un lomo vale entre tres y cuatro euros menos eso ha hecho que perdamos por animal hasta 125 euros", explica.

La situación, reconoce, es complicada para los ganaderos y también para los intermediarios. "Aquí no gana nadie y yo que compro y produzco pierdo por los dos lados", apunta mientras anima a los salmantinos a que consuman la ternera de su tierra.

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