“En las residencias me reciben como a Papá Noel”
Candi Celador se encarga de repartir el material de protección en los centros de mayores de la Diputación
Domingo, 17 de mayo 2020, 01:33
Candi Celador, capataz de mantenimiento en la Diputación de Salamanca, se ha convertido estos días en el encargado de llevar el material de protección a las tres residencias gestionadas por la institución provincial, la Asistida en la capital, la Residencia Mixta en Ciudad Rodrigo y Santa Rita, en Lumbrales. "Me reciben como si fuera Papá Noel, especialmente durante las primeras semanas cuando la falta de material era generalizada en toda España", reconoce.
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Muy orgulloso de la labor que está realizando en estas semanas de crisis sanitaria, Candi explica que además de seguir ocupándose durante las mañanas del mantenimiento de los centros de la institución provincial se encarga por las tardes de repartir mascarillas y soluciones hidroalcohólicas a los centros de mayores. "Lo habitual es que te llamen el domingo para pasar a recoger todo el material que luego voy entregando".
Asegura que está feliz con esta tarea y que no le importa arrimar el hombro, aunque tenga que ser fuera de su horario laboral. "Hay que remar todos a una si no el barco se hunde. Estoy convencido de que en estos momentos tenemos que reconvertirnos en lo que la sociedad necesite", afirma.
Candi esta orgulloso de llevar vinculado a la Diputación más de 37 años y esta es, asegura, su manera de agradecer a la institución todo lo que ha significado y significa en su vida. "Entré siendo un niño, con apenas 16 años, así que haré todo lo que me pidan porque estoy muy agradecido a esta casa. La verdad es que en una situación así no se puede pensar en uno mismo sino empujar".
La Diputación de Salamanca ha hecho también una inversión importante en medidas de seguridad, explica este veterano trabajador, que anima cada día al resto de sus compañeros a dar lo mejor de si mismos. "La gente agradece mucho lo que estás haciendo, aunque yo sólo sea una parte mínima del grupo", reconoce.
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Candi cuenta que lo peor de estas semanas fueron las dudas de los primeros días "donde todo eran mensajes que te llegaban por un montón de lados". Una incertidumbre que ahora ha dejado paso a la firme idea de seguir ayudando en todo lo que esté en su mano.
“El tema de la vivienda preocupa especialmente”
Feli Gómez es una de las trabajadoras sociales del Ayuntamiento de Peñaranda y su departamento ha visto aumentar exponencialmente el trabajo diario por las situaciones derivadas del COVID-19.
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El Estado de Alarma supuso un antes y un después en el día a día del departamento. “El 16 de marzo, lunes, tras el decreto del Estado de Alarma creamos un equipo de trabajo básico de urgencia con Bomberos y Policía Local a través del que el trabajador social valora las necesidades que vayan surgiendo por teléfono y correo electrónico y atención personal en los imprescindibles. A partir de ahí empezamos a trabajar para cubrir lo primero la alimentación y que no le falte a nadie. Como estamos dentro del convenio con Diputación hago uso también de toda la nueva normativa que se pone en marcha, nuevos protocolos, requisitos y ayudas, todo lo tengo que estudiar, interiorizar y entender para tener respuesta rápida y ágil porque no hay tiempo”.
Desde entonces no hay descanso. “El teléfono lo tengo derivado a mi móvil y he estado atendiendo las 24 horas. A partir de ese momento trabajamos codo a codo con la alcaldesa y los concejales Pilar y Fran, y también con los Bomberos. No me han puesto un veto, todo lo comentamos y tomamos decisiones conjuntas, no me he sentido sola, me he sentido amparada por los protocolos de intervención y la normativa y por otro lado por las personas que estábamos aquí al frente”, comenta la trabajadora social.
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A lo largo de estas semanas se han atendido a 36 familias en sus necesidades más básicas llegando a un total de 89 personas de las que 40 son menores.
“Hay familias que conocíamos, otras no, y otras que acababan de llegar de otros países justo el día antes del Estado de Alarma. También ha sido muy bonito porque cuando levantas el teléfono del otro lado no encontrabas nada de egoísmo, sólo pedían para sus hijos. Codo con codo hemos trabajado con la parroquia, Cáritas, Diputación, Voluntarias de San Vicente, Cruz Roja y familias y empresas que han ido donando alimentos y otros productos básicos”, señala.
El COVID-19 ha provocado otras carencias, más allá de los alimentos. “Destacaría también que no sólo se ha dado respuesta a necesidades básicas como la alimentación. Nos han llegado familias de Peñaranda que no estábamos atendiendo y que por distintas razones se han quedado en la cuneta. Es emocionante poder ayudar, ellos se ponen en tus manos”, afirma Feli Gómez.
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Desde Servicios Sociales se han puesto ayudas a domicilio urgentes, se han tramitado residencias para personas mayores que necesitan atención y no podían pagarla o se habían quedado sin cuidador habitual por contagio del coronavirus.
Dos meses después la situación va evolucionando. “ El teléfono arde y ahora está llegando mucha petición de información de alquileres, el tema de la vivienda preocupa especialmente a la población y hay que informar y orientar para que hagan uso de las ayudas”, concluye Feli Gómez.
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