Darío entrega el menú navideño a una de las personas sin hogar que requería ayuda. FOTOS: MANUEL LAYA

El menú de las personas sin hogar en Nochevieja desde los fogones de Aviva

Personas con discapacidad prepararon el menú que comieron 21 sintecho en Nochevieja | Darío y Dori, de Cruz Roja, entregaron la cena a los que dormían en la calle

Lunes, 2 de enero 2023, 17:18

Mientras que en la calle del Arco un joven disfrazado con una peluca fluorescente rosa y unas gafas llamativas espera la llegada de su grupo de amigos, la Unidad de Emergencia Sociosanitaria (UES) de Cruz Roja dirigida por Darío y Dori se para a cinco metros y se adentra en un soportal para dar el menú de Nochevieja a un joven haciendo del saco de dormir el refugio de la última noche del año.

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En la bolsa llevan un menú muy especial. Usuarios de Aviva, asociación que agrupa a personas con discapacidad bajo las premisas del ocio y el deporte, realizaron un menú de Nochevieja que posteriormente se distribuiría a las personas que dormían en la calle la última noche del año. Delicias de pavo y queso, espirales de atún con mahonesa, caldo de verduras, rollitos de carne rellenos de bacon y queso y finalmente galletas de mantequilla, todo ello elaborado artesanalmente en una acción en la que colaboró el Centro Comercial El Tormes.

El punto de unión entre las dos organizaciones es Darío. “Soy voluntario en Cruz Roja y trabajo en Aviva y me parecía una buena manera de que los chicos conocieran la realidad de las personas sin hogar”, detalla. El menú se elabora de forma grupal cumpliendo con todos los criterios sanitarios. El ingrediente de la ilusión lo tienen incorporado cuando conocen las historias de los receptores de sus elaboraciones. Una forma de cerrar el círculo solidario: talleres de cocina para reforzar las capacidades que provocan una sonrisa en los que tratan de recuperarlas.

En la última noche del año Darío y Dori se encuentran con 21 personas sin hogar en los diferentes puntos de encuentro: estación de autobuses, trenes, centro de la ciudad. “Es una noche diferente en la que siguen pasando desapercibidos mientras el resto del mundo está de fiesta”, confiesa.

En la primera parada habla con tres jóvenes árabes que llevan varios días durmiendo en la calle. “Tenían hambre, pero mucha más necesidad de conversación”, reconoce el voluntario. La palabra “gracias” fue la más repetida de la noche. Mucho más que otras veces mientras agradecían el caldo caliente de verduras. “Este no es el de las otras veces. Es nuevo y está muy bueno”, le confesaba uno de los usuarios. En la calle hay personas con problemas de adicciones, trastornos mentales o simplemente golpes de la vida. “Ellos me dicen que se pasan a veces varios días sin que nadie les dirija la palabra. Ni siquiera la gente levanta la cabeza cuando les piden dinero a la puerta del supermercado o de una iglesia”.

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“Tengo 364 noches para mi familia”

Sacrificar la última noche del año para estar con las personas sin hogar supone una oportunidad para Darío de dar calor de conversación a los que no tienen nada. “Tengo 364 noches para estar con mi familia. Me han esperado hasta las 2 que he acabado para brindar conmigo en casa”, reconoce. La página del calendario se gira mientras Darío trata de buscar que mañana haya luz para que las sombras de las personas sin hogar sean menos transparentes.

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