Las “joyerías” de la comarca de Vitigudino

Pasear por Vitigudino es toparse con algunos de sus establecimientos más emblemáticos que por su número, su sabor histórico y por lo que supone de representación de la comarca hacen de ellos verdaderas embajadas de una tierra que ha sabido culminar un oficio con el mejor resultado, una carne de alta calidad. Ya lo pobladores prerromanos, los vetones que se asentaban en estas tierras se dedicaban a la ganadería. Es más que una tradición, es la historia de esta comarca con mayúsculas.

Las carnicerías de Vitigudino son una buena foto de la historia de la tierra en la que se encuentran y al mismo tiempo una verdadera vocación de futuro; definición acertada de lo que es una embajada.

Además, por la calidad del producto que venden y por su presentación, podemos decir que sus mostradores acogen verdaderas joyas. Siguiendo su definición literal, como algo de mucha valía, muy apreciada por sus buenas calidades. Razón por la que se conocen las carnicerías del pueblo como las joyerías de Vitigudino.

“Joyerías” que llenan cada día del año sus vitrinas y escaparates de los mejores jamones y embutidos, de carnes frescas entre las que destacan los chuletones o solomillos de jóvenes terneros y las mejores cortes del despiece del cerdo.

Un recorrido por las carnicerías de Vitigudino que no deja a nadie indiferente y con la seguridad de que cualquier cliente recibe el mejor asesoramiento para llevarse la mejor pieza de fresco o curado.

A que es ya la cuarta generación de carniceros y chacineros de Vitigudino mantiene viva la tradición de los mejores jamones y embutidos en la empresa familiar Antonio Pérez que cuenta con servicio para la comarca, en la tienda abierta en la calle San Roque, 60, y para toda España.

–¿Cuál es la historia de su empresa?

–Fundada por el bisabuelo, los abuelos consiguieron remontar el negocio y seguimos trabajando en el sector la que es ya la cuarta generación.

–¿Cuántas personas trabajan actualmente?

–Ahora estamos cuatro personas, dos en la fábrica y las otras dos atendiendo al público diariamente en la carnicería de la calle San Roque.

–¿Cuál es su producto estrella?

–El cerdo blanco graso es la especialidad y damos muy buena calidad en jamones y embutidos, también en fresco así como en carne de ternera de ganaderos de la zona.

–¿Cómo afecta al sector la pandemia?

–El inicio de la pandemia fue muy duro, pero al ser una empresa pequeña y trabajar sobre todo con particulares, la situación no ha sido tan mala como preveíamos. La gente al no poder desplazarse hasta Vitigudino han realizado sus compras habituales e incluso más para que se le envíe a sus domicilios. A partir de aquí, nuestros esfuerzos se concentran en mantener una empresa familiar ofreciendo la mejor calidad en todos los productos que trabajamos, agradeciendo la confianza que los clientes depositan en nosotros.

–¿Hacia dónde va el negocio?

–Estamos en un momento complicado, pero con los envíos fuera, tanto de embutidos como de producto fresco, sobre todo a particulares y establecimientos de hostelería que nos conocen y confían en nosotros conseguimos mantener el negocio.

Lo que empezó hace casi medio siglo con un pequeño obrador se ha convertido con el paso de los años en una destacada empresa cárnica, Jamones y Embutidos Ramón Prieto que ofrece sus productos en dos establecimientos, la tienda abierta en el Mercado de Vitigudino y la fábrica levantada junto a la carretera de Aldeadávila.

–¿Cuál es la historia de su empresa?

–Aunque llevamos trabajando en el sector desde hace generaciones, Ramón Prieto nació con la apertura de una tienda en el mercado, de toda la vida, y hace 22 años que abrimos la fábrica de la carretera de Aldeadávila.

–¿Cuántas personas trabajan actualmente?

–Entre la tienda y la fábrica trabajamos directamente cinco personas.

–¿Cuál es su producto estrella?

–Lo que más trabajamos es el embutido, hacemos una longaniza casera que se vende muy bien, tanto para la zona como para Andalucía o Madrid.

–¿Hacia dónde va el negocio?

–En la comarca cada vez hay menos gente y eso se nota en las ventas, al igual que antes el verano eran tres meses y ahora son quince o veinte días

–¿Cómo afecta al sector la pandemia?

–Nos preocupan las declaraciones del ministro y otros sectores en contra de la carne, cuando aquí el producto no tiene nada que ver con lo que ellos dicen. En Vitigudino se consume más la ternera y el añojo, la carne roja de vaca es una cosa que apenas se trabaja. No se entiende. En el caso del cerdo, es un producto totalmente natural y tradicional, engordado con bellota y con piensos naturales que son los que le dan la mejor calidad.

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