Félix Aparicio Ramos, el frutero de Alconada, despachaba ayer a un cliente en el mercado de Peñaranda de Bracamonte J.H.

El mercadillo de los jueves, “punto de encuentro” para Peñaranda de Bracamonte

Este rastro es la excusa para que los vecinos de la comarca se acerquen a la localidad | Es de los más fuertes de Salamanca, con vendedores que acuden desde hace medio siglo

Viernes, 24 de febrero 2023, 17:47

El mercadillo de los jueves es un elemento esencial en la vida de la ciudad de Peñaranda de Bracamonte. La llegada de puestos procedentes de toda la provincia e incluso de Cáceres y otros lugares, hace que las plazas de la Constitución y de España se conviertan en el epicentro de toda la zona y de esos pueblos cercanos de la provincia de Ávila, como es el caso de Fontiveros o incluso Rasueros.

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Conocedores de esta realidad son los policías locales de la ciudad, que cada jueves refuerzan su presencia. Si normalmente cuentan con dos o tres patrullas en la calle, el jueves activan cuatro. Al menos una de ellas se encarga de controlar la entrada de vendedores. En la ciudad hay como 55 licencias de venta ambulante textil, y otras 16 para la venta de plantas y alimentos (frutas y verduras). Aunque no siempre acuden todos estos puestos.

Los meses de mayor afluencia de público son julio y agosto, y también de mayor presencia de vendedores. Los días de temporal y lluvia la presencia de puestos de venta se reduce. Los vendedores solicitaron al Ayuntamiento poder vender desde los camiones y permitir hacer uso de los soportales como refugio.

Los vendedores locales saben que el mercadillo atrae personas. “Ya está demostrado que si no hubiera mercadillo no venderíamos igual”, considera la vendedora de frutas Rut Martín. Trabaja en una tienda que está en la misma plaza y sabe por experiencia que cuando no se ha realizado el mercado o se ha desplazado a otra zona de la ciudad, la venta cae.

Lo mismo sucede en los bares, porque el jueves para muchos peñarandinos y vecinos de pueblos cercanos es como un día de fiesta en el que todos aprovechan para alternar. Las barras de los bares están repletas de variadas tapas desde primera hora, porque en los establecimientos hosteleros saben que tendrán clientela.

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Marce Holgado, vendedora de plantas de Tordillos, que acude cada jueves con su esposo, Pedro Caballero, se atreve a asegurar que el de Peñaranda “es el mercado principal de la comarca”. Ella y su marido conocen bien la historia del rastro peñarandino. Él recuerda que siendo niño acudía con su padre. “Antes se vendía solo en la plaza de la Constitución y en la calle de abajo, los de ropa”, recuerda Marce.

Una buena clienta es Lucía Fiallegas, propietaria de una conocida tienda de bicicletas. Ella acude cada jueves temprano a realizar sus compras en el mercadillo porque después tiene que abrir su establecimiento. “La gente de los pueblos son los que nos dan de comer a los que tenemos negocios”, comenta. La alcaldesa Carmen Ávila, alude a la esencia histórica de la jornada como “un punto de encuentro, un cruce de caminos que llegan a Peñaranda y el jueves se produce ese encuentro de personas”, detalla.

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