El drama de la despoblación. Salamanca habrá perdido en 2031 una cuarta parte de los escolares que tiene ahora

Una de las razones que lleva a la Junta a redactar un decreto para crear lo que denomina como centros integrales es la despoblación. Las proyecciones del Instituto Nacional de Estadística revelan que, al ritmo actual de nacimientos y movimientos migratorios, en 2031 la provincia salmantina habrá perdido una cuarta parte de los escolares que tiene en la actualidad. La tendencia descendente pone en riesgo el futuro de muchos centros y también de puestos de trabajo, además de complicar la organización de los propios colegios e institutos, sobre todo en zonas rurales, ya que año tras año irán perdiendo alumnos.

Los problemas de despoblación de Salamanca no son nuevos. Tomando como referencia los datos de 2002, la población en edad escolar —de 3 a 17 años— que tenía la provincia ascendía a 44.083. En 2007 había bajado hasta los 42.257 pese a que en esa época España y Salamanca habían encadenado años de crecimiento económico. En 2012 hubo un pequeño repunte, hasta los 42.353, gracias sobre todo a los hijos de los inmigrantes que habían llegado en la época de bonanza económica, circunstancia que permitió compensar el declive natural de la población salmantina.

Este efecto, sin embargo, duró poco debido al prolongado impacto de la crisis. Muchos extranjeros que habían llegado a Salamanca se marcharon con su familia a otras zonas de España o regresaron a su país en busca de mejores oportunidades laborales, por lo que comenzó de nuevo la pérdida de población escolar en Salamanca. La crónica baja natalidad, unida a la emigración a otras zonas del país, provocará que el número de salmantinos entre 3 y 17 años disminuirá hasta los 31.119 efectivos en 2031.

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