Como toda Cantabria, Tudanca es hermoso, da nombre a la raza vacuna de la región -análoga a nuestra morucha-, y además es el pueblo que ... conserva la casa solariega de los Cossío, “La Casona de Tudanca”. Merece la pena visitarla, con más razón siendo salmantino, porque Unamuno pasó allí unos días, por su amistad con el periodista y académico Francisco (el autor de la enciclopedia taurina fue José María). Ambos fueron confinados por Primo de Rivera, el nuestro en Fuerteventura y Cossío en las Chafarinas. Allí está la carta en que don Miguel -ya destituido de Rector y confinado-, le advierte que se cuide, porque “Usted es sospechoso. No creo que vayan a fusilarle a usted, pero acaso a confinarle o retenerle confinado en su casa como me retienen en la mía”.
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El caso es que el secretario del PSOE en Castilla y León, don Luis, lleva ese apellido vacuno manso (las moruchas son ariscas, no se dejan poner el yugo). Debuta en mi farol, porque el domingo pidió “cerrar de una vez por todas las heridas que España aún tiene con las víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista”, etc, etc... ya saben ustedes, las cunetas, las décadas de oscuridad y otros topicazos y cansinos latiguillos que desde Zapatero resucita nuestra izquierdorra, inexplicablemente con éxito. Reavivan sectariamente sus víctimas, no las del bando contrario, todos fachas y bien muertos. Tudanca se apoyó en Pablo Neruda, que no era socialista, sino comunista (como los socios del presidente) pero que, además, ¡murió antes que Franco!
¿Será insensato? Si cerramos dialécticamente esas heridas (que cicatrizaron en la transición), el PSOE se queda sin relato, sin culpables, sin argumento. No. Hay que reabrirlas y hurgar en ellas para dividir de nuevo a los españoles, después de ochenta años y una reconciliación ejemplar. Bueno, pues en los chiqueros parlamentarios ya está encerrada otra Ley de Memoria -por supuesto dogmática, partidista-, para seguir removiendo cunetas ideológicas, que los sanchistas y sus cooperadores necesarios (tantos socialistas cobardones, que callan como puertas) soltarán cualquier día de pandemia y aprobarán con sus socios separatas, terroristas y demás canalla. ¡Viva el rencor histórico! ¡A las cunetas! ¡Abajo la concordia! Para sostener tal actitud, hay que ser un desmemoriado y tan bruto como una res tudanca.
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